Belfort. Prevención de la incivilidad: en la piscina del Parc, podrá nadar o divertirse sin ser molestado.

En la piscina Parc de Belfort, hay decenas de clientes habituales. Como este hombre de cuarenta años, que vino a nadar unos largos. Celebra una mejora que considera esencial: «Es práctico tener carriles. Permiten nadar sin ser molestado por quienes saltan o se lanzan», afirma. Ante este éxito, la zona reservada para nadadores se ha ampliado a tres carriles.
Algunos usuarios no dudan en venir temprano por la mañana para disfrutar de la tranquilidad garantizada. «Con sus carriles, atraemos a una clientela diferente», observa Olivier Vahé, director de instalaciones deportivas de Grand Belfort.
Pero la piscina del Parque no descuida a su público principal: las familias. En cuanto el termómetro sube de 25 grados, acuden en masa a las playas. «Con un picnic», explica un padre, «se puede pasar el día entero junto al agua, tomando el sol y chapoteando, por un módico precio». De hecho, el precio es de 3 € y las suscripciones familiares son ventajosas.
El fuerte retorno de familias también se debe en gran medida a la labor de prevención de la incivilidad. Esta política, iniciada en la antigua piscina del parque , se ha reforzado con las nuevas instalaciones. Agentes de seguridad, mediadores y policías municipales garantizan el cumplimiento del reglamento interno. Se realizan recordatorios frecuentes para mantener el orden y es posible que se produzcan expulsiones.
Un adolescente, sorprendido intentando saltar a la piscina olímpica, recibió inicialmente una advertencia antes de pedirle que recogiera sus pertenencias y se marchara. Otros jóvenes fueron sancionados por nadar sin el gorro de baño obligatorio o por intentar entrar en bañador. Algunas normas resultan a veces confusas, como la prohibición de llevar camiseta al pasar por los torniquetes, aunque se tolera en las playas. Sin embargo, el resultado es visible: el ambiente ha mejorado notablemente. Los socorristas ahora pueden concentrarse plenamente en supervisar la piscina olímpica, las zonas de juego, los toboganes y la piscina infantil. Dicen que están más tranquilos.
Otra ventaja: las actividades, programadas de martes a domingo, que marcan la pauta durante todo el verano. Ventrigliss, iniciaciones al buceo, motos acuáticas y cursos de hinchables... Hasta el 31 de agosto, se han programado 51 días temáticos gratuitos. Pero, por supuesto, el éxito depende del tiempo. En junio, la piscina registró casi 20.000 inscripciones . Julio, más sombrío, resultó mucho más tranquilo. Los usuarios volvieron con el calor de agosto.
L'Est Républicain