¿El regreso de Walt Disney como robot? Su nieta se opone.

El 17 de julio de 2025, Disneyland Resort, el primer parque temático de Disney, celebrará su 70.º aniversario. Para celebrar la ocasión, el grupo planea lanzar un nuevo espectáculo con un Walt Disney animatrónico. Pero el proyecto no le convence en absoluto a Joanna Miller, una de las nietas del creador de Mickey Mouse.
Creo que rompí a llorar. Para mí, no se parecía en nada a él. El pasado abril, el grupo Disney presentó al público un borrador de una escultura que representaba a Walt Disney (1901-1966). Su objetivo era ilustrar la investigación en curso para crear un animatrónico del creador de Mickey Mouse, una especie de robot que se movería y hablaría como el productor y animador estadounidense, interpretando fragmentos de discursos y presentaciones.
Este animatrónico debe ser la pieza central de "Una Vida Mágica" de Walt Disney , un nuevo espectáculo que se estrena este verano en el Disneyland Resort de California y que celebrará su 70.º aniversario. Inaugurado el 17 de julio de 1955 por Walt Disney, es el parque temático más antiguo de todos los del grupo.
El animatrónico pretende representar a Walt Disney en 1963, cuando tenía 62 años. En ese entonces, su nieta Joanna Miller tenía 7 años y guarda vívidos recuerdos de su querido abuelo. Entrevistada por Los Angeles Times , contó que rompió a llorar al descubrir el proyecto del robot. Ya en noviembre de 2024, en una publicación de Facebook, calificó la iniciativa del grupo Disney de "deshumanizante".
Argumento de Joanna Miller: sostiene que su abuelo, aunque entusiasta de la tecnología, nunca habría querido convertirse en animatrónico. Y que su hija, Diane Marie Disney (1933-2013), madre de Joanna, también rechazó dicho proyecto cuando era presidenta del Museo de la Familia Walt Disney en San Francisco.
En una carta al director ejecutivo de Disney, Bob Iger, Joanna Miller escribió que "habla en nombre de su abuelo y su madre". Es la única que se ha pronunciado al respecto entre los nueve herederos de Walt Disney y su hermano Roy, su socio comercial (y accionista minoritario del grupo). Pero su principal problema, señala Los Angeles Times, es que Walt Disney ha fallecido. También lo están su hija Diane Marie y la mayoría de las personas que podrían haber testificado sobre su deseo de no imitar a un robot. No se ha encontrado constancia escrita de su deseo.
El segundo problema, del que la heredera es plenamente consciente: «El mayor error de su familia, según ella, fue vender los derechos del nombre, la imagen y la semejanza de Walt Disney al grupo [que lleva su nombre] en 1981, a cambio de 46,2 millones de dólares en acciones», informa el diario Los Angeles Daily. Eso equivale a unos 40 millones de euros. Dicho sin rodeos: los herederos de Disney ya no tienen voz ni voto.
La controversia, sin embargo, pone de relieve que crear un animatrónico de una persona real con descendientes plantea problemas diferentes a producir un robot de un personaje de una producción de Disney, ya sea Blancanieves o Piratas del Caribe, argumenta Los Angeles Times. No obstante, según el diario californiano, parece que algunos jóvenes simplemente ya no saben que Walt Disney, antes de ser una marca, era una persona de carne y hueso. Desde esta perspectiva, la controversia podría tener un efecto positivo.
Courrier International