En Draguignan, la explanada del Museo de Bellas Artes ha pasado a llamarse Octave Tessier.
Octave-Tessier, así se llamará a partir de ahora la explanada del Museo de Bellas Artes de Draguignan (el historiador nacido en Marsella en 1825 y fallecido en Draguignan en 1904).
Pero ¿quién era? A menudo ignorados, historiadores y curadores contribuyen activamente a la construcción de la memoria colectiva. Por ello, la decisión de honrar a Octave Teissier fue bien recibida antes de la inauguración de la placa con su nombre.
"Debemos celebrar la decisión de honrar a este antiguo conservador del museo y la biblioteca desde 1888 hasta su fallecimiento en 1904", declaró al público Yohan Rimaud, actual conservador del museo. Según él, Octave Teissier dejó una huella imborrable en la historia cultural de la ciudad.
Durante sus dieciséis años de gestión, las dos instituciones, recientemente trasladadas a nuevos locales tras dejar la rue Mireur, han conocido un auténtico crecimiento.
Bajo su dirección: reorganización y clasificación rigurosa de las colecciones, inauguración en 1891 de un nuevo gabinete de historia natural, adquisiciones de obras de arte, primeras exposiciones del museo y publicación de los únicos catálogos exhaustivos de las colecciones jamás producidos hasta la fecha.
Archivista, historiador y periodista marsellés, Teissier nunca dejó de escribir. En Draguignan, realizó numerosas contribuciones sobre la ciudad, el departamento y sus figuras clave. Es responsable, en particular, de dos importantes estudios sobre el conde de Valbelle y el palacio de verano del obispo du Bellay, que siguen siendo referencias hasta la actualidad.
Ciudadano comprometidoInvolucrado en la vida local, presidente de la Sociedad de Estudios Científicos y Literarios, también se involucró en los círculos municipales y se casó con una mujer de Dracénoise, la Sra. Latil. Contó con el decidido apoyo del alcalde Félicien Clapier y su vicealcalde, el Sr. Vassal.
Gracias a su apoyo y a sus altos estándares, se ganó la confianza del estado y de coleccionistas privados. Entre ellos se encontraba el barón Rothschild, quien, por sí solo, realizó 22 donaciones al museo.
Octave Teissier legó a la ciudad varias obras, grabados y libros, perpetuando una tradición de generosidad que sus descendientes continuarían.
Las cifras lo atestiguan: entre 1200 y 1800 visitantes al año a finales del siglo XIX, en una ciudad de menos de 10 000 habitantes. Sin embargo, su labor fue continuada tras su muerte en 1904 por Edmond Poupé, quien a su vez se convirtió en conservador y vecino de la calle... ya que una de las calles colindantes lleva su nombre.
Var-Matin