En Estados Unidos se ha declarado la guerra de los cubos de palomitas de maíz.

Las salas de cine estadounidenses compiten en ingenio para atraer al público de vuelta a las salas. Su última iniciativa: cubos de palomitas de edición limitada para los éxitos de taquilla actuales. The Wall Street Journal analiza la tendencia.
La boca abierta de un superhéroe, un cubo portabebés, el ataúd de un vampiro: los espectadores están dispuestos a meter la mano en recipientes inverosímiles para comer palomitas de maíz.
Cualquiera que haya ido al cine en Estados Unidos este año se habrá dado cuenta de que las palomitas ya no se venden en envases comunes. Para la mayoría de las películas, ahora hay cubos de palomitas hechos a medida, diseñados para coleccionar, y a precios irrisorios. Hay un cubo de Superman que imita un dispensador de periódicos del Daily Planet ; otro tiene forma de caja fuerte que hay que abrir para ver la última película de Misión: Imposible ; y el producido para Karate Kid: Leyendas tiene una tapa que parece una tabla que hay que romper.
Cada uno de estos cubos de palomitas suele costar entre 25 y 50 dólares [entre 20 y 40 euros] y algunos, como el de la próxima película de Marvel, pueden llegar incluso a los 80 dólares [entre 68 euros].
Para destacar, la competencia es feroz. Ahora, los principales operadores de cine ofrecen sus propios paquetes exclusivos para la misma película. Por ejemplo, con motivo del estreno de Jurassic World: Renacimiento [a principios de julio]

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