Los premios de Cannes, tan esperados en Hollywood como la final del Super Bowl

El Festival de Cine de Cannes está llegando a su fin. Entre los anuncios de Donald Trump y la presencia de varias producciones estadounidenses, esta 78ª edición parecía por momentos vivir el ritmo americano. Y la Palma de Oro, entregada el 24 de mayo, debería confirmar a un favorito para los Oscar. ¿Podría ser ahora el festival el que marca las decisiones en Hollywood?
“Si Donald Trump realmente quiere salvar Hollywood, quizá quiera salir de su zona de confort y ver más películas independientes europeas”, sugiere , no sin malicia, el diario británico The Guardian .
Unos días antes del comienzo del 78º Festival de Cannes, el presidente estadounidense causó revuelo en Hollywood al anunciar aranceles aduaneros para las películas producidas en el extranjero.
Es cierto que varias de las películas estadounidenses en competición este año no fueron “hechas en Estados Unidos” y parecen representar el cine globalizado que Donald Trump detesta. The Phoenician Scheme , de Wes Anderson (en selección oficial y en cines el 28 de mayo), ambientada en un Medio Oriente fantástico, se filmó en los estudios Babelsberg de Berlín.
Ambientada en Montana, Die, My Love, de la directora británica Lynne Ramsay (en selección oficial), fue filmada en Canadá. En cuanto al primer largometraje del icono queer Kristen Stewart , The Chronology of Water (en la sección Un Certain Regard ), tomó prestados de Letonia y Malta los escenarios para una acción ambientada en Texas y Oregón.
Pero según The Guardian, muchas otras películas presentadas este año, rodadas por cineastas europeos, están en sintonía con la película inaugural, Partir un jour de la directora francesa Amélie Bonnin (fuera de competición y en cines): mantienen a distancia el mundo de las metrópolis cosmopolitas, para explorar una geografía
Courrier International