Lunéville. Personas de otros lugares fotografían su ciudad íntima.

Al borde del Canal de los Petits Bosquets hay una gran cámara sobre su trípode. Natalia, una ucraniana desplazada por la guerra en su país, está a punto de apretar el obturador bajo la atenta mirada de Alexandre Guirkinger. Ella eligió inmortalizar el pequeño puente que cruza el canal. Me gusta este lugar. Camino a menudo por aquí desde que llegué a Lunéville. "Me emociona mucho pensar en mi país y mi familia", dice.
El dúo se dirige hacia la cascada para tomar otra fotografía. Luego a un supermercado, “el lugar donde hacer compras”. La víspera había elegido la iglesia de Saint-Jacques, el cine, el jardín del Abbé y la rue du Rempart, su lugar de residencia.
"Utilizamos una cámara de gran formato 20x25, la reina de las cámaras", explica Alexandre Guirkinger, fotógrafo profesional de la región parisina. Dirigió un taller de tres semanas para personas de diferentes nacionalidades: República Dominicana, Siria, Sudán, Ucrania, que vivían en Lunéville desde hacía algún tiempo. Es recibido por el CRI des Lumières en el castillo.
Esta iniciativa cuenta con el apoyo del Ministerio de Cultura, en el marco de su programa “Entre Imágenes”, a través de la red Diagonale.
Este es mi noveno taller en Francia. Estuve en Carcassonne, Givors, Estrasburgo… Esto representa casi 250 dípticos. Normalmente llevo a ocho personas y fotografiamos en parejas. La idea del taller es que estas personas reflejen, en sus fotos, su estado de ánimo o una evocación de sus recuerdos. Filmaremos en blanco y negro, de forma divertida y sencilla para los participantes. Una sección escrita en su lengua materna, después de la impresión, completará los dípticos.
Natalia aún no ha pensado en esta parte. Los fotógrafos aficionados de otros lugares se irán con copias de sus impresiones.
Alexandre Guirkinger desearía realizar un décimo taller antes de preparar una exposición que podría tener lugar en Lunéville.
L'Est Républicain