Meurthe-et-Moselle. Alojamiento, ocio, tiendas... este verano de 2025 promete ser un buen año para el turismo.

Cada año, la misma pregunta surge en el sector turístico del departamento: ¿salvaremos la temporada? Meurthe-et-Moselle no es, sin duda, Niza, San Juan de Luz ni siquiera Quiberon. Pero lejos del mar y del brillo de las playas estivales, la región ofrece decenas de atractivos. Desde el famoso Castillo de Lunéville hasta la Abadía de los Prémontrés, pasando por la Plaza Stanislas en Nancy y la Catedral de Saint-Étienne en Toul, campings, hoteles, tiendas y lugares de ocio intentan mantener su posición entre los residentes locales, los turistas franceses y extranjeros, y los visitantes de paso. Un breve resumen, no exhaustivo, de una evaluación inicial que, en definitiva, nos confirma la popularidad de Meurthe-et-Moselle.
Para él, la tendencia está a la espera de confirmación, pero entre sus cajas de magdalenas de Liverdun en la Rue des Dominicains, Philippe Quach nos asegura: «Ante los primeros días de agosto, parece que ha empezado mejor que julio, que ya era mejor que junio», comenta el encargado de esta tienda donde los veraneantes compran (y descubren, para algunos) este pastelito «hecho en Liverdun». Las opciones seguras siguen siendo «magdalenas simples, de bergamota, ciruela mirabel o arándanos».
Tras abrir la tienda de Nancy el pasado mes de diciembre , Philippe Quash no tiene ningún referente, pero ya ha comprendido lo básico: "El pequeño carrito (N.D.: de estilo retro, que hace las veces de puesto de helados) colocado delante del escaparate atrae las miradas y atrae a los turistas", explica el gerente de esta tienda, recién llegada a esta calle peatonal, a dos pasos de...
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L'Est Républicain