«Un choque de culturas»: la réplica del barco de Magallanes se podrá visitar junto a los Class40 de la Normandy Channel Race en Caen.

Los 32 competidores de la Normandy Channel Race, que comenzará este domingo 25 de mayo, se verán en el pueblo de salida de Caen (Calvados), junto a una réplica del primer barco que circunnavegó el mundo en el siglo XVI, abierta al público hasta este domingo. El contraste despierta curiosidad.
Por Esteban PinelEn la cuenca de Saint-Pierre, en el corazón de Caen (Calvados), 32 barcos de competición se alinearon, en plena puesta a punto antes del inicio de la carrera del Canal de Normandía , este 25 de mayo, frente a las costas de Ouistreham (Calvados). Y luego, justo al lado, un gigante negro de otro tiempo. "Es un choque de culturas e historias", sonríe Jocelyne mientras admira la "Nao Victoria", réplica de la "Victoria", la carraca de Magallanes , la primera embarcación que dio la vuelta al mundo entre 1519 y 1522. "Este barco se construyó en 1992, vivimos en él", explica Lucía, la gerente del velero español, que hace escala y está abierto al público en Caen hasta el inicio de la Regata del Canal de Normandía.
Dos habitaciones, dos ambientes. Cuando partimos en barcos antiguos como este, no estábamos seguros de si volveríamos. Es algo diferente en comparación con los de la regata. «Los exploradores se arriesgaban más», dicen Emmanuel y Gwenaël, ambos apasionados de la historia marítima. Jocelyne, por su parte, elogia la «antigüedad» de un «barco majestuoso» y expresa su «admiración por Magallanes y su tripulación, que navegaban guiados por las estrellas».
Pero los curiosos y apasionados no se dejan abrumar por el magnífico visitante de madera. Jocelyne y su familia también inspeccionaron los Class40 en el muelle, destacando “los materiales, el fuselaje y la tecnología”.
"Es un gran contraste entre dos generaciones de veleros", dice Jean-Pierre, un entusiasta de la historia local. A los veleros que desafiarán el Canal con sus sistemas ultramodernos, la Nao Victoria responde con su "pinzote, el timón de la época, que no es una barra redonda, sino una gran pieza recta que se acciona para dirigir la embarcación", explica el aficionado. Quentin Le Nabour, capitán del Bleu Blanc - Planète, destaca que, en su época, el Victoria "era la cumbre de la tecnología. Fue un precursor. Y sus marineros tenían una determinación impresionante".
Esta divertida cohabitación histórica en la cuenca de Saint-Pierre tiene el falso aire de un puente en el tiempo. "La marinería, la terminología y el trabajo con las cuerdas siguen vigentes hoy en día", añade el marinero.
Mientras Lucía ríe y dice que los barcos "no tienen nada que ver", los visitantes aprecian la "mezcla de tradición y modernidad" en un puerto cuya historia ilustra la misma tendencia, recuerda Jean-Pierre: "En la segunda mitad del siglo XIX, Caen fue un importante puerto francés, sobre todo para el hierro. Con la desindustrialización, decayó. Se ha convertido en un lugar propicio para eventos como la regata y la llegada del barco de Magallanes. Es una mezcla, es bueno recordarla".
Un anticipo también del gran desfile marítimo entre Caen y el mar, del 27 al 29 de junio, en el marco del milenio.
Le Parisien