Una exposición para sumergirte en el mundo de pesadilla de David Lynch, tan único como fascinante.

El dibujo, la pintura y la fotografía canalizaron los impulsos creativos del director de "Mulholland Drive" a lo largo de su vida, al igual que el cine. Algunas de las litografías del artista, fallecido recientemente a los 78 años, se exhiben hasta septiembre en la Galería Duchamp de Yvetot. ★★★☆☆
Por Julien Bordier
“Smoke Fire” (2008), una de las 50 litografías de David Lynch expuestas en la Galería Duchamp de Yvetot. HERENCIA DE DAVID LYNCH, CORTESÍA DE ITEM EDITIONS, PARÍS
Para ir más allá
El director estadounidense David Lynch, fallecido el 16 de enero a los 78 años, fue ante todo un artista visual. Para este exalumno de la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston y de la Academia de Bellas Artes de Filadelfia, filmar era como pintar con una cámara. A lo largo de su vida, el dibujo, la pintura, la fotografía (y la música) canalizaron sus impulsos creativos tanto como el séptimo arte. Antes de morir, David Lynch había aceptado la idea de exponer algunas de sus litografías en la Galería Duchamp, un centro de arte contemporáneo de interés nacional ubicado en Yvetot, una ciudad con la mitad de la población (25.000 habitantes) de Twin Peaks.
En 2007, la Fundación Cartier para el Arte Contemporáneo de París expuso por primera vez la obra gráfica, poco conocida, del director de «Mulholland Drive», un universo de pesadilla tan singular como fascinante. Durante su estancia en la capital, el estadounidense descubrió el taller de impresión Idem, en el barrio de Montparnasse, frecuentado antes que él por Picasso, Matisse y Miró. Fascinado por esta práctica, una combinación de lo sensible y lo metafórico…

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Le Nouvel Observateur