Cómo el Tour de Francia (en bicicleta) se convirtió en la Grande Boucle (en autobús)

1957 fue el último año en que el Tour de Francia recorrió Francia , al menos íntegramente en bicicleta. Con salida en Nantes y llegada a París 4.665 kilómetros después, y con la victoria de Jacques Anquetil, la 44.ª edición del Tour de Francia no implicó traslados. En otras palabras, en cada etapa, la ciudad de llegada era también la de salida, y los corredores no eran transportados en autobús ni en avión.
Por el contrario, entre 2000 y 2025, las ediciones del Tour han hecho un uso y abuso de los traslados: 1365 kilómetros en línea recta, de media (y 1828 kilómetros por carretera). A modo de comparación, las primeras 33 ediciones, entre 1903 y 1939, solo contaron con dos traslados (para un total de… 400 kilómetros por carretera en 1904 y 1906), para etapas que, sin embargo, a menudo superaban los 300 kilómetros. La edición de 2025, en cambio, batirá todos los récords: un recorrido de 3338 kilómetros en bicicleta para… 3101 kilómetros de traslados en autobús o avión.
Un cambio de apariencia respecto a la década de 1970Desde 1947 hasta finales de la década de 1960, los traslados se mantuvieron modestos: unos 140 kilómetros de carretera de media por edición. Y a partir de la década de 1970, como recordó Libération en 2015 , se pusieron de moda las "medias etapas" (dos en un mismo día), lo que obligaba a los corredores a levantarse al amanecer: en 1978, se declararon en huelga en la carretera a Valence-d'Agen (Tarn-et-Garonne), y ya no se disponía de etapas divididas.
Y si bien el Tour en el siglo XXI ha batido todos los récords, entre 1980 y 2000 los traslados promediaron 1.200 kilómetros por carretera o avión, llegando a 1.750 kilómetros en 1987. Ya no se trata tanto de que la ciudad de llegada sea también la de salida; para los corredores esto significa más autobuses, visitas posteriores al masajista, cenas más tardías y, en definitiva, menos recuperación.
Para evitar otra huelga en un pelotón que sabe organizarse –como en la Unión Nacional de Ciclistas Profesionales (UNCP)–, los organizadores del Tour cuidan la transición entre los Pirineos y los Alpes previendo etapas más tranquilas o incluso un lunes de descanso.
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