Copa de Francia de fútbol: Bretaña, tierra de fútbol
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Este año, la Copa de Francia tiene el toque de la Copa de Bretaña. Entre los ocho equipos clasificados para los cuartos de final de la competición, que se disputarán el martes 25 y miércoles 26 de febrero, hay tres clubes bretones: Brest, Guingamp y Saint-Brieuc, equipo de cuarta división. Un triplete sin precedentes en diez años.
Aunque el París Saint-Germain, que se enfrentará el miércoles al Saint-Brieuc, es el gran favorito, los clubes bretones se han destacado a menudo en esta competición. Actuaciones que se explican por la cultura deportiva de esta tierra de fútbol.
► La región más deportiva de FranciaCon más de 600.000 licencias deportivas expedidas en 2022, Bretaña es, según el INSEE, la región más deportiva de Francia. Mientras que en promedio hay 157 licencias por cada 1.000 habitantes, en Bretaña la cifra asciende a 178. Si bien la región es conocida por su cultura de la vela y el ciclismo, el fútbol es de lejos el deporte más practicado con 147.000 jugadores de club. Esto representa casi uno de cada veinte habitantes.
La presencia en la región de un gran número de clubes de alto nivel ayuda a mantener esta dinámica. Único en Francia, cada departamento de la región cuenta con un club profesional. Stade Rennais, por Ille et Vilaine, En Avant Guingamp por Côtes-d'Armor, FC Lorient por Morbihan y Stade Brestois por Finistère.
► Una profusión de clubes bretonesAdemás del Stade Rennais, un habitual de la élite, Brest, Guingamp y Lorient han oscilado a menudo entre las dos primeras divisiones del fútbol francés. Por tanto, el balance del fútbol bretón sigue siendo modesto. Ningún equipo bretón ha ganado jamás el campeonato francés. Por otra parte, los bretones han ganado seis Copas de Francia, con Rennes (3 veces), Guingamp (2) y Lorient.
La proximidad de estos clubes no deja de mantener rivalidades más o menos fuertes. Históricamente, la rivalidad más tenaz es la que se da entre los aficionados del Guingamp y del Brest. Los hinchas del Brest culpan a Noël Le Graët, entonces máximo responsable del fútbol francés y presidente histórico del Guingamp, de ser en parte responsable de la quiebra del club de Finisterre en 1991. Los "campesinos" del Guingamp, por su parte, mantienen una rivalidad muy simbólica con los "urbanos" del Rennes, contra los que ganaron dos finales de la Copa de Francia en 2009 y 2014.
► Un ecosistema favorable para los jugadoresA pesar de estas rivalidades, los clubes bretones trabajan bien juntos. En 2011, por ejemplo, En Avant Guingamp se hizo cargo del equipo femenino del Stade Briochin. Además, los traspasos de un club a otro no suelen ser mal vistos, lo que permite a ciertos jugadores bretones destacarse en varios clubes. Es el caso, por ejemplo, de Julien Le Cardinal, nacido y formado en Saint-Brieuc, que pasó un breve tiempo en el Guingamp y ahora es defensa titular en el Brest.
A lo largo de los años, este ecosistema fértil ha permitido a varios jugadores bretones establecerse en la Ligue 1 y, a veces, en la selección francesa: Raymond Kéruzoré, Yvon Le Roux, Paul Le Guen, Stéphane Guivarc'h y Yohann Gourcuff. Más recientemente, gracias al centro de formación del Stade Rennais, algunos bretones han dejado su huella a nivel internacional, como Eduardo Camavinga, ahora en el Madrid, o Désiré Doué, fichado por el PSG.
► Un apego regional muy fuerteAdemás de brillar a escala europea, los jugadores bretones suelen mantener un fuerte apego a su región. Christophe Kerbrat, icono del En Avant Guingamp y actual defensa del Stade Briochin, luce con orgullo el número 29 de su Finistère natal en su camiseta.
Un vínculo que, en los años 70, dio origen a una «selección nacional de Bretaña», que reunía a los mejores jugadores de origen bretón. Esta selección no oficial ha disputado una decena de partidos de exhibición a lo largo de su historia contra rivales tan diversos como Escocia, Córcega y Mali. Debido a un apretado calendario internacional y a grandes dificultades organizativas, el equipo ha estado inactivo desde 2013.
La Croıx