Charolles. El grupo Solif ofrece una segunda vida a los objetos y un nuevo comienzo a las personas.

Desde 2010, Solif se organiza en torno a dos polos de actividad: los equipos medioambientales, en Charolles y Le Creusot, que trabajan en el mantenimiento de los espacios verdes, la valorización de residuos vegetales o la gestión de senderos; y los centros de reciclaje (Gueugnon, Charolles, Chauffailles, Saint-Bonnet-de-Joux y próximamente Montceau-les-Mines), especializados en la recogida, clasificación, reparación y reventa de objetos de segunda mano.
Actualmente, la asociación cuenta con más de 50 empleados con contratos de integración (de 28 a 30 horas semanales) y 16 empleados fijos, incluyendo dos asesores profesionales de integración (CIP). «Acompañamos a cada persona a lo largo de su trayectoria, con un seguimiento individualizado para abordar las barreras laborales, como la movilidad, la vivienda, la salud, el aislamiento y las adicciones», explica Benoît Chambonnière, director desde 2024, tras 12 años de participación en el proyecto.

Joris Vallot, director de comunicación, y Benoît Chambonnière, director de Solif. Foto de Élisabeth De Ascensao
Shauna Moret, de 31 años, se incorporó a Solif en enero de 2023 como supervisora técnica en el centro de reciclaje de Gueugnon. «Mi función consistía en supervisar a los empleados en transición, organizar los flujos de producción, impartir formación práctica y ayudar a definir las trayectorias profesionales en los CIP».
Desde julio de 2025, es responsable del centro de reciclaje, donde se encarga de la gestión operativa de las cinco plantas, la gestión de recursos humanos, el seguimiento presupuestario y la coordinación de las acciones comerciales (tiendas, venta online con Label Emmaüs). También colabora estrechamente con socios institucionales: France travail, el Departamento, las Direcciones de Economía, Empleo, Trabajo y Solidaridad (DETS), las autoridades locales y los arrendadores sociales. Esto garantiza la pertinencia de las acciones llevadas a cabo en la región.
El modelo Solif se basa en un tríptico: apoyo social, producción de hormigón y desarrollo local. Los artículos revendidos en los centros de reciclaje concientizan a la población sobre la reutilización, a la vez que cubren parte de los costos. «Estamos desarrollando una economía circular que beneficia directamente a las personas. El objetivo sigue siendo la autonomía y la estabilización de las vías de desarrollo», insiste Benoît Chambonnière.
Con la próxima apertura de nuevas plantas, en particular en Montceau-les-Mines, y el fortalecimiento de las asociaciones locales, el grupo Solif reafirma su capacidad para combinar inclusión social, rendimiento medioambiental y desarrollo local.
Le Journal de Saône-et-Loire