Cómo la IA se está comiendo la Tierra

La inteligencia artificial, consumidora de energía, agua y minerales, está en el centro de la carrera por los recursos entre las grandes potencias. Según el semanario alemán “Die Zeit”, su ascenso podría incluso provocar una lucha por las tierras raras, lanzadas a la Tierra y al espacio, en detrimento de la lucha contra el cambio climático.
Un poder que cambia todo a su paso: cada rincón del planeta, cada aspecto de la vida humana. “La inteligencia artificial [IA] tiene un enorme componente físico”, afirma Kate Crawford. “Su infraestructura consume cantidades increíbles de recursos”. Agua, energía, minerales, datos, trabajo. Sin embargo, “IA” suena virtual. Pensamos en una nube de datos. Como si todo esto no tuviera precio. “Un malentendido peligroso”, dice Kate Crawford. Ella debería saberlo. Este profesor [australiano-]estadounidense es experto en inteligencia artificial y está entre los cien especialistas más importantes del mundo.
Pero sobre todo, comprendió hace unos años el precio que tenía la IA. En ese momento, el investigador había ido a Silver Peak, un lugar remoto en Nevada. Se encontró en el desierto, mirando fijamente los lagos de un verde enfermizo que se evaporaban con el sol, hasta que toda el agua desapareció, dejando solo uno de esos materiales por los cuales el mundo está peleando: el litio. “Los mineros son la columna vertebral de la IA, la energía es su elixir de vida”, escribió más tarde en un libro.
Esta frase describe un sentimiento vago destinado a convertirse en realidad. Estamos en
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