Defensa: por qué el Estado apuesta por la pepita de Eutelsat

La guerra en Ucrania ha demostrado la utilidad de los satélites en órbita baja (entre 300 y 2000 km de altitud). Sin estas constelaciones que orbitan el planeta —la más famosa de las cuales es Starlink , operada por SpaceX, del multimillonario Elon Musk— , los cientos de drones que lanzan a diario las partes en conflicto no podrían ser guiados hacia sus objetivos. Lo mismo ocurre con los misiles.
Para recuperar autonomía estratégica y no depender de aliados caprichosos, en particular los estadounidenses, la empresa francesa de telecomunicaciones por satélite Eutelsat podría ser la que devuelva la mira a nuestro ejército, al que Emmanuel Macron prometió este domingo medios complementarios , de ahí el interés del Elíseo en acelerar su desarrollo.
Un episodio en particular concientizó a los europeos sobre su vulnerabilidad tecnológica y militar. Al comienzo de la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022, los satélites de Elon Musk fueron ampliamente utilizados por el ejército ucraniano. Antes de que el excéntrico multimillonario amenazara con cortar las comunicaciones de la noche a la mañana.
En junio, el gobierno francés decidió aumentar su participación en Eutelsat , a la que califica de "pepita de oro", hasta los 717 millones de euros. Se trata de una inversión crucial para la empresa con sede en Issy-les-Moulineaux (Hauts-de-Seine), que enfrenta dificultades para digerir financieramente su fusión con la constelación británica OneWeb, adquirida en 2023 .
OneWeb opera actualmente una red de 700 satélites, lo que la convierte en el principal competidor de Starlink, que ha desplegado diez veces más satélites en el cielo. La diferencia entre el primero y el segundo en su categoría es enorme.
La inversión estatal, complementada por inversores privados por un importe total de 1.350 millones de euros, proporcionará un respiro y recursos, especialmente porque la Unión Europea está considerando convertir a Eutelsat en su campeón frente a los estadounidenses y chinos.
El tiempo apremia, pues la batalla por las comunicaciones espaciales ya está en pleno auge. Tras Starlink y el proyecto chino Guowang, el proyecto Kuiper, liderado por el gigante del comercio electrónico Amazon, acaba de lanzarse con grandes ambiciones.
Le Parisien