La contribución para las rentas altas podría alcanzar tan solo 1.200 millones de euros, frente a los 2.000 millones previstos.

Otro revés presupuestario para el gobierno. La contribución diferencial sobre rentas altas (CDHR), un nuevo impuesto creado por la última ley de finanzas para garantizar que los más ricos paguen un tipo impositivo mínimo del 20 % de sus ingresos, podría generar una recaudación muy inferior a los 2000 millones de euros previstos. Solo generaría 1200 millones de euros en ingresos, según estimaciones de investigadores del Instituto de Políticas Públicas (IPP), creado por la Escuela de Economía de París (PSE), y afectaría únicamente a 16 300 hogares (mientras que los documentos presupuestarios proyectaban 24 300 hogares sujetos a impuestos ).

Y de nuevo, este es el rango superior, estos cálculos suponen que los contribuyentes responsables (aquellos cuyos ingresos de referencia superan los 250.000 euros para una persona soltera, 500.000 para una pareja y que pagan un tipo inferior al 20%) no cambian su comportamiento -que no posponen, por ejemplo, la realización de