La salida a bolsa de Microsoft en 1986: cuando Bill Gates se propuso poner un micrófono en cada habitación

Historia Soñando con equipar cada hogar del mundo con un ordenador con software de Microsoft, el jefe de la firma de Redmond no se preocupa demasiado por la moral.
Bill Gates, cofundador de Microsoft, en San Francisco en 1991. ED KASHI/VII/REDUX-REA
Para ir más allá
En la década de 1960, cuando estudiaba en la Escuela Lakeside, a las afueras de Seattle, el pequeño "Trey" ya demostraba una confianza absoluta: "Era molesto, seguro de sí mismo, de una inteligencia agresiva e intimidante", recuerda un compañero de clase (en "Hard Drive", de James Wallace, sin traducir, 1993). ¿Inteligente? En este punto, debemos defender a Bill "Trey" Gates. Al odiar a Microsoft, muchos han llegado a considerarlo nada más que un imperio construido a base de suerte y trucos sucios.
La historia es así: a principios de los 80, Microsoft era solo una pequeña empresa que había inventado un lenguaje de programación, Basic, y compró DOS, un sistema operativo mediocre (el software que hace que las computadoras funcionen), por 50.000 dólares. Por suerte, IBM eligió…

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