Los retos de Martin Fischer, nuevo jefe de Forvia

Martin Fischer se mantiene impávido. Cuando Michel de Rosen, presidente del consejo de administración de Forvia, le ofreció el puesto de director general del principal proveedor de automóviles de Francia, el alemán abandonó su vida estadounidense. De vuelta en Europa y su mercado deprimido: a este lado del Atlántico, las ventas de coches siguen un 20 % por debajo de su nivel anterior a la COVID-19. Sin embargo, el ingeniero de 54 años, que asumió el cargo el 1 de marzo, no ha perdido el optimismo. Instalado en la sede de Forvia, un modesto edificio en la Rue des Champs-Pierreux, en la prefectura de Nanterre, se toma la situación con cierto sentido del humor.
"Trabajé en Toulouse durante ocho o nueve meses al principio de mi carrera", dice en francés. "Un día, mientras me quejaba de la tardanza en conseguir un ordenador, un compañero me preguntó: '¿Sabes por qué el gallo es el emblema de Francia?'. La respuesta: 'Porque incluso con las patas en la mierda, canta'. Aprendió la lección, mostrando su buen humor, a diferencia de su predecesor, Patrick Koller, conocido por su ira. Un temperamento susceptible que, sumado al desplome de la bolsa, llevó a la junta directiva a adelantar su salida un año.
Al hablar de Forvia, el jefe habla inglés. La empresa que dirige se enfrenta, como todo el sector, a un triple problema: la electrificación de los coches , el desplazamiento del crecimiento de Europa a China y los aranceles de la administración Trump. Pero tiene un problema adicional y específico: una deuda abrumadora que debe resolver con urgencia. Forvia nació en 2022 tras la adquisición de la empresa alemana Hella (componentes electrónicos, software e iluminación) por parte del fabricante de equipos Faurecia (líder en asientos de coche). Faurecia fue durante mucho tiempo una filial de PSA, que luego se convirtió en Stellantis. Volkswagen es ahora su mayor cliente, con el 16% de su facturación, seguido de Stellantis y Ford con el 8%. Forvia no proporciona detalles sobre sus clientes chinos, pero Martin Fischer destaca este punto fuerte del grupo: «El 21% de las ventas se concentran en China, donde somos el quinto mayor fabricante de equipos». Ya ha visitado el país dos veces este año. Su intención es apoyar a los fabricantes chinos que se instalen en Europa.
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Le Monde