Los taxis furiosos pretenden continuar el asedio a la ciudad de Pau

Pero un cordón policial los esperaba allí firmemente, así que el convoy de unos cincuenta taxis continuó hacia Bétharram, para estacionar simbólicamente frente a la escuela católica privada, en el centro de un escándalo de violencia física y sexual que también ha manchado al jefe de Estado. El objetivo es claro: atraer la atención de François Bayrou y animarle a recibir una delegación.

El lunes, una reunión con los servicios prefecturales no tuvo el efecto deseado: estos se limitaron a defender el texto promulgado el viernes 16 de mayo en el Diario Oficial. «Este acuerdo prevé reforzar las normas del convenio para adaptarlas a las necesidades reales de transporte en el territorio [...]. El nuevo modelo crea un paquete de acompañamiento, ya que en este caso no se trata de viajes comerciales, sino de acompañamiento a un público vulnerable, al que se añade una tarifa por kilómetro revalorizada», comunicó la prefectura al final de la entrevista.

"Somos pacíficos"

Este discurso fue inaudible para los manifestantes, quienes también negaron la violencia que la prefectura les atribuyó contra la policía el lunes. "La policía fue atacada y apedreada por algunos participantes frente a la estación de Pau", aseguró la prefectura. "Eso es completamente falso", refutó un dirigente sindical. «Están intentando desacreditar nuestro movimiento.»

Patricia, Nicolas y Nelly, tres taxistas de Toulouse que participaron el lunes en el intento de bloqueo de la estación, también se mostraron muy sorprendidos por estas acusaciones. No íbamos a romper nada, somos pacíficos. Solo queríamos retrasar los trenes. ¡Aunque quizás deberíamos haberlos apresurado para que llegaran a tiempo! Pero que sepamos, nadie ha apedreado a la policía.

El martes por la noche, la prefectura insistió y firmó: «En varias ocasiones, los manifestantes colocaron neumáticos en las carreteras o vías del tren, los cuales prendieron fuego, y fueron repelidos tras la invasión de los andenes de la estación. Las fuerzas policiales fueron atacadas con proyectiles y tuvieron que recurrir al uso de gases lacrimógenos; 135 policías están movilizados día y noche para mantener el orden».

Continuó: «Hoy, martes 20 de mayo de 2025, un TGV que circulaba hacia Tarbes chocó contra un nuevo depósito de neumáticos. Afortunadamente, este incidente no tuvo consecuencias para los pasajeros. Independientemente de las demandas de los manifestantes, el prefecto condena enérgicamente los ataques a las fuerzas del orden y los daños a la propiedad pública».

Lejos de estas consideraciones antagónicas, uno de los manifestantes, que pasó una noche incómoda en su taxi entre el lunes y el martes, tenía el martes la impresión de que "las operaciones se llevan a cabo de manera fragmentada", sin mucha coherencia. No importa, él piensa quedarse, "mientras el movimiento no termine". El taxi es una hermosa profesión que periódicamente se destruye. No puedo entender las acciones de nuestro gobierno, que parece querer impedirnos crear riqueza. "Temo sobre todo que el acceso a la atención médica se convierta en una miseria para muchas personas."