Mi crush ficticio: “Las chicas que me atraen se parecen a Audrey en “Atlantis””

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Es esta protagonista de cómic, cuyos músculos delineados provocan los primeros sudores, o esta heroína de serie quien despierta un deseo o al menos hace posible su expresión: la emoción romántico-sexual por un personaje de ficción puede contribuir al descubrimiento de una orientación sexual. Con motivo de la Marcha del Orgullo de París, el sábado 28 de junio, gays, bisexuales y lesbianas le cuentan a Libération sobre su amor platónico. En este episodio, Camelia (1), de 33 años, artista visual de Montpellier, cuenta cómo esta heroína inconformista despertó su deseo por las mujeres.

Debe de ser la década del 2000, tengo 13 o 14 años y soy niñera. Cuido de gemelas de 4 años en una casa adinerada. Hay un cine en casa con muchísimas películas. Vemos Atlantis: El Imperio Perdido de Disney, donde descubro al personaje de Audrey. Me parece hermosa, quiero que sea mi amiga, me fascina; no siento excitación sexual en ese momento, pero a menudo pienso en ella después, hasta el punto de buscar a escondidas en el ordenador familiar para volver a verla.

"En el espacio de un año, vi la película cuatro o cinco veces. Empecé a vestirme como ella, con overoles azules o overoles DDP.