Agricultura: La petición contra la Ley Duplomb supera los dos millones de firmas

La petición contra la ley Duplomb, que permite, bajo ciertas condiciones, la reintroducción de un pesticida prohibido en Francia desde 2018, superó este lunes por la mañana los dos millones de firmas en la página web de la Asamblea Nacional.

Alcanzó las 500.000 firmas el fin de semana pasado, una cifra sin precedentes en las puertas del Palacio Borbón. Este umbral allana el camino para un debate en la cámara, que, sin embargo, no permitirá que las disposiciones ya adoptadas se reviertan por sí solas. No obstante, la presión sobre el gobierno aumenta, instado por la izquierda, las ONG y, ahora, una parte significativa de la opinión pública, para que derogue el texto.

Una encuesta de Cluster17 para Génération Ecologie, publicada en La Tribune Dimanche, confirma esta desconfianza: el 61 % de los encuestados se declara contrario a la ley, incluyendo un 46 % que se muestra "muy en contra". Además, el 64 % espera que Emmanuel Macron no promulgue el proyecto de ley y lo someta a debate en el Parlamento.

La petición de Eleonore Pattery, una estudiante de 23 años , ha sido ampliamente compartida en las redes sociales por ONG, grupos políticos y también personalidades como el actor Pierre Niney, el músico Julien Doré y el influencer EnjoyPhoenix.

Exige la derogación "inmediata" de la ley, una "revisión democrática de las condiciones en las que se aprobó" a pesar de no haber un debate real en la cámara, y una "consulta ciudadana con los actores de la salud, la agricultura, la ecología y el derecho" sobre las cuestiones planteadas. El éxito de mi petición "demuestra que la inteligencia colectiva existe y que triunfará, tarde o temprano", comentó la estudiante en LinkedIn el miércoles.

Además de las medidas sobre la retención de agua y los umbrales de autorización ambiental para las instalaciones ganaderas, la ley "Duplomb-Menonville", que lleva el nombre de los senadores de derecha y centro que la presentaron, ha suscitado críticas debido a una medida para la reintroducción condicional de un pesticida, el acetamiprid, prohibido en Francia desde 2018 pero autorizado en Europa.

Su uso es demandado por los productores de remolacha y avellana, quienes consideran que no tienen alternativa para combatir las plagas y se enfrentan a la competencia desleal de sus competidores europeos. Por otro lado, los apicultores lo advierten como un "matar abejas". Sus efectos en los humanos también son motivo de preocupación, aunque los riesgos siguen siendo inciertos debido a la falta de estudios a gran escala.

El texto, finalmente aprobado por el Parlamento tras un proceso legislativo muy turbulento, ahora espera la decisión del Consejo Constitucional, que emitirá su dictamen preliminar el 7 de agosto y podría censurar total o parcialmente la ley. Solo entonces Emmanuel Macron podrá decidir si promulga el texto o solicita una segunda deliberación en el Parlamento, una petición especialmente de la izquierda.