Barack Obama vuelve a estar en la mira de la Casa Blanca (y de Donald Trump) y se enfrenta a una incesante controversia sobre Epstein.

"La intención declarada y lo que siguió solo pueden describirse como un golpe de Estado de varios años y un complot traicionero contra el pueblo estadounidense, nuestra República, y un intento de socavar la administración del presidente Trump", dijo la directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, durante una sesión informativa en la Casa Blanca.
La ex congresista demócrata, que ha apoyado al presidente republicano, publicó el viernes un informe en el que Barack Obama estaba implicado en las acusaciones de interferencia rusa en las elecciones de 2016.
El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, denunció la postura de los republicanos.
"Cuando no tienen nada concreto que presentar al pueblo estadounidense, los republicanos culpan a Barack Obama. Es ridículo", dijo a los periodistas el miércoles.
EnojadoPorque estas reiteradas acusaciones contra el expresidente demócrata (2009-2017) llegan en un momento en el que Donald Trump intenta apagar el fuego en torno al caso Epstein, un rico financiero fallecido en prisión en 2019 antes de su juicio por delitos sexuales.
La ira se está gestando desde hace varias semanas en un sector de la base "MAGA" del presidente republicano, que no acepta las conclusiones de un memorando publicado a principios de julio por su administración, según el cual Jeffrey Epstein efectivamente se suicidó y no mantenía una lista de clientes para su supuesta red de tráfico sexual.
Estos partidarios de Donald Trump ahora lo acusan de incumplir sus promesas de campaña mostrando falta de transparencia.
El presidente se mostró abiertamente molesto por ello y calificó a estos partidarios de "estúpidos".
Al preguntársele sobre el asunto, también aseguró el martes que "no lo estaba siguiendo muy de cerca". En declaraciones a la prensa en el Despacho Oval, se lanzó entonces a una virulenta diatriba contra Barack Obama, a quien describió como un "líder de pandilla" culpable de "traición".
Un rival de larga data, el primer presidente negro en la historia de Estados Unidos es un objetivo principal para el multimillonario republicano en su intento de lograr que su base deje atrás el problema de Epstein.
Esta estrategia de "distracción" se basa en el hecho de que "a los partidarios de MAGA les gusta defender a su presidente cuando creen que es una víctima", explicó a la AFP Todd Belt, profesor de ciencias políticas en la Universidad George Washington.
La relación entre Donald Trump y Jeffrey Epstein, ambas figuras de la jet set neoyorquina de los años 1990 y 2000, salió a la luz la semana pasada con la publicación en el Wall Street Journal de un artículo que atribuye al magnate inmobiliario una carta salaz dirigida a éste en 2003.
El Congreso paralizadoAtacado por difamación por Donald Trump, el diario neoyorquino publicó este miércoles nuevas revelaciones.
Según el WSJ, el presidente fue advertido en mayo por su fiscal general, Pam Bondi, de que su nombre aparecía repetidamente en los archivos del caso Epstein, junto con los de otras figuras de alto perfil.
El periódico aclaró que “ser mencionado en estos documentos no es señal de conducta reprobable”.
"Esto no es más que una continuación de las noticias falsas fabricadas por los demócratas y los medios de comunicación de izquierda, al igual que el escándalo Russiagate de Obama", dijo el director de comunicaciones de la Casa Blanca, Steven Cheung, refiriéndose a las sospechas de colusión entre Moscú y Donald Trump en 2016.
No muy lejos de la Casa Blanca, la polémica sobre Epstein sigue paralizando la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
El representante republicano Thomas Massie, quien ya se ha enfrentado con la administración Trump en varios temas en los últimos meses, quiere forzar una votación sobre una resolución que pide la publicación de documentos judiciales sobre Jeffrey Epstein.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, está bloqueando cualquier votación sobre la resolución, diciendo que una publicación sin filtrar pondría en peligro a las víctimas de los presuntos crímenes de Epstein.
Con este bloqueo impuesto por el "speaker", el trabajo de los diputados, que saldrán de vacaciones un día antes, a partir del miércoles por la noche, queda paralizado desde hace varios días.
Nice Matin