"Para la ecología, es un paso adelante": en las Landas, la prohibición de fumar en la playa divide la opinión.

Desde el domingo 29 de junio, está prohibido fumar en la playa. Primeras impresiones de la arena de Biscarrosse.
Encender un cigarrillo en la playa es un gesto prácticamente inofensivo. Sin embargo, desde el domingo 29 de junio, fumar con los pies en la arena podría conllevar una multa de 135 euros (1). Una medida que genera división en la playa de Biscarrosse.
"Como madre, me parece genial", dice Marjorie Quach. Con gafas de sol, ella y su marido observan a su pequeña jugar en la arena. "Es cierto que, más allá del aspecto ecológico, nos tranquiliza saber que no encontrará colillas mientras juega ni inhalará humo", añade la turista. Este es el objetivo declarado del gobierno: proteger a los menores del tabaquismo pasivo.
Para Mohamed Bougataya, la medida es positiva. "Entiendo que para los fumadores sea restrictiva, pero para el medio ambiente es un avance". A su lado, Mamadou Ciisé afirma: "Estamos entrando en una época en la que debemos ser cautelosos", opina el joven.
"Una cuestión de etiqueta"Sin embargo, para los fumadores, la medida es difícil de aceptar. "Ni hablar de dejar mis colillas en la playa", protesta Lune Nguyen, con un cigarrillo en la boca, quien desconocía la medida. "Es una cuestión de buena educación; hay que ser considerado con los demás. Intento alejarme lo más posible para fumar", añade.
(1) La prohibición también se aplica a parques, marquesinas de autobús, bibliotecas, zonas cercanas a escuelas e instalaciones deportivas, y todos los lugares donde se alojen menores. Bares, terrazas y restaurantes no se ven afectados.
SudOuest