Cambio de horario, comidas... Cómo evitar el jet lag y recuperarse rápido

Una mente de vacaciones, pero con el reloj biológico en marcha: este es el dilema de quienes optan por unas vacaciones al otro lado del mundo. Si bien viajar en avión tiene la ventaja de la velocidad, tiene un efecto secundario bien conocido y desagradable: el jet lag. ¿Cómo evitarlo? ¿Qué se puede hacer para acelerar este periodo de calibración? El médico especialista en sueño Jonathan Taieb lo explica a BFMTV.com.
Pero ¿qué es este "jet lag"? "Es cuando el reloj biológico y el reloj biológico dejan de estar sincronizados. Nuestro cuerpo tiene que adaptarse a vivir según el horario del destino, mientras que está configurado según el del punto de partida", explica el especialista.
En resumen, nuestro cuerpo secreta hormonas para indicarnos que debemos dormir o comer... sin importar si es demasiado temprano o demasiado tarde en el destino. Esto puede provocar fatiga o insomnio injustificado.
Para evitar esta diferencia horaria en la medida de lo posible, aquí tienes algunos consejos para que te acomodes al ritmo desde el momento de subir al avión. Se recomienda ajustar la hora de tu reloj y teléfono a la de tu destino, lo que te ayudará a determinar si es la hora adecuada para una actividad en particular.
"La pregunta es: ¿cuándo dormimos, comemos o tomamos café ? Hay momentos para dormir y otros en los que debemos contenernos", explica el director del Instituto Médico del Sueño. Si llega la hora de acostarse en el destino, conviene intentar dormir a la misma hora, por ejemplo.
Cafeína a destiempo, comidas y siestas desincronizadas, o un reloj biológico inestable: para algunas personas, a pesar de los buenos consejos, el bajón puede ocurrir. Y la secuencia puede ser relativamente larga.
El cuerpo se adaptará y se recuperará gradualmente. Generalmente, cruzar un huso horario equivale a un día (de jet lag, nota del editor). Así que, si hay una diferencia horaria de 7 horas, tardarás una semana en sentirte completamente cómodo, calcula Jonathan Taieb.
Para un vuelo París-Nueva York, se necesitan seis días para volver a la normalidad, mientras que para un vuelo París-Tokio se necesitan unos ocho. Para acelerar el proceso de adaptación, conviene ajustarse lo máximo posible al ritmo de vida local en cuanto a comidas y sueño, indicadores que ayudan al cuerpo a asentarse.
El reloj biológico será sensible a varios parámetros, como la dieta, pero especialmente a la luz. Esta bloquea la secreción de melatonina (la hormona que influye en el sueño, nota del editor). También podemos influir en la actividad física, el uso de pantallas o el consumo de cafeína. Pero el mejor remedio sigue siendo el tiempo.
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