Detección de la sordera neonatal: la HAS emite nuevas recomendaciones
Los factores de riesgo de sordera neonatal incluyen: antecedentes familiares; pasar más de 5 días en cuidados intensivos; asfixia o encefalopatía hipóxico-isquémica; soporte vital extracorpóreo (ECRS); infección por citomegalovirus (CMV) en el útero o infección congénita temprana por CMV; infecciones en el útero, como herpes, rubéola, sífilis y toxoplasmosis; transmisión del Zika al bebé; ciertas condiciones de nacimiento, incluidas malformaciones craneofaciales; eventos asociados con pérdida auditiva: traumatismo craneoencefálico grave, especialmente fracturas de la base del cráneo y los huesos temporales.
etc.
Desigualdades en la atención
En 2019, Salud Pública Francia detectó una importante heterogeneidad regional en las prácticas profesionales. Esto generó desigualdades en el acceso a la atención. En este contexto, se solicitó a la Alta Autoridad de Salud que evaluara el programa y formulara recomendaciones para armonizar las prácticas y fortalecer su eficacia.
En la actualidad, la HAS recomienda que el cribado neonatal de la sordera se realice en cada uno de los dos oídos, con un umbral de 35 dB (en lugar de los 40 dB anteriores) integrando dos etapas:
La primera etapa incluye dos pruebas realizadas en la sala de maternidad o en la unidad de neonatología, antes del mes de edad corregida en el contexto de la prematuridad. Solo será necesaria una prueba si la primera es concluyente; la segunda etapa, una tercera prueba, si es necesario, se realizará dentro del primer mes tras el nacimiento.
Recomienda una mejor formación para los profesionales sanitarios implicados en la detección y una mejor información para los padres durante el embarazo.
SudOuest
