«Esta sociedad basada en la imagen tiene un enorme impacto»: los cirujanos plásticos estéticos celebraron una feria en Mónaco.

Esta semana, más de 600 cirujanos estéticos y médicos pudieron intercambiar y comparar sus conocimientos en el 37º congreso de la Sociedad Francesa de Cirujanos Plásticos Estéticos (SOFCEP).
Sociedad científica creada en 1987, organiza cada año un congreso en diferentes ciudades de Francia. Y este año, el evento tuvo lugar en Mónaco, en el Foro Grimaldi.
¿Su tema? "Arte y costumbres." Porque no existe un método estándar que sirva para todos los pacientes y porque ser cirujano estético significa, ante todo, tener en cuenta la singularidad de cada individuo.
"No es la técnica la que adaptamos al paciente, sino el paciente y sus peticiones lo que nos lleva a elegir la técnica. Esto es precisamente lo que hace tan hermosa nuestra profesión. Siempre debemos crear un programa individualizado que nos permita adaptarnos perfectamente a la persona que tenemos delante", comienza el Dr. Eric Plot, cirujano plástico en París y presidente de este 37.º congreso de la SOFCEP.
Inyectores falsos: un peligro realY para satisfacer mejor las expectativas, los profesionales coinciden en un punto clave: la formación continua. Ese es el objetivo de nuestras conferencias. Por supuesto, contamos con los conocimientos básicos que nos proporciona nuestro currículo universitario, pero seguimos formándonos a diario porque las técnicas están en constante evolución.
Manténgase actualizado. Todo el tiempo. Pero las técnicas no son lo único que los cirujanos cosméticos deben vigilar de cerca.
Existen numerosos abusos relacionados con este ámbito. Desde hace varios años, la aparición de "inyectores falsos" preocupa a los profesionales. Es un fenómeno extremadamente difícil de comprender. Se trata de personas que, sin ningún conocimiento, llegan a un Airbnb con dos maletas y se inyectan lo que quieren. Son una especie de "falsos inyectores", pero también se puede encontrar a una joven en Instagram que te "enseña" en un vídeo cómo inyectarse los labios sin guantes, con productos de mala calidad", explica Bérengère Chignon-Sicard, cirujana estética de Niza, que también trabaja en la comisión de vigilancia de la SOFCEP.
En 2022, una joven del Var sufrió complicaciones, incluida la aparición de una necrosis en la nariz, después de una inyección ilegal administrada en plena noche... en un Airbnb.
Y aunque las redes sociales contribuyen en gran medida a la propagación de este tipo de prácticas peligrosas, también tienen influencia en las demandas de los pacientes.
Bajo la influencia...y bajo inyecciónComunicación: ésta es la palabra que más sale de boca de los expertos. "Lo más complicado de las redes sociales es que la gente llega a la consulta sintiéndose como si lo supieran todo, como si lo supieran todo. Casi no nos explican qué marca de prótesis usar ni adónde ir ", afirma el Dr. Eric Plot. Cuando empecé, la forma en que escuchaba era diferente. La gente venía a aprender. Es bueno que ahora estén informados, pero a veces no lo están bien, y eso puede ser un problema.
La omnipresencia de las redes sociales también crea una presión estética constante, especialmente entre las mujeres jóvenes.
«En una consulta, de cada 20 pacientes, quizás haya 10 a los que les diga que no. Estamos allí precisamente para poner límites», subraya la Dra. Bérengère Chignon-Sicard.
Muchas personas, en la búsqueda de la perfección, olvidan su belleza natural y la armonía facial. Quiero que conserven su encanto. Por eso, a menudo hay largas conversaciones y se crea cierta intimidad durante las consultas. El objetivo es descubrir si es una petición justificada, de dónde viene este complejo, si se remonta a la infancia... Intento comprender a mis pacientes. Los pongo frente a un espejo y les pregunto qué no les gusta. Luego me toca analizar si está justificado o no.
“Normalizar la belleza es algo que no es normal”.Los estándares de belleza siempre han existido. Es una certeza. Pero en los últimos años, las mujeres se han vuelto cada vez más exigentes consigo mismas.
"Esta sociedad dominada por la imagen tiene un impacto enorme. Muchas de mis pacientes son muy exigentes con su apariencia. Creo que antes de querer cambiar algo, las mujeres necesitan saber que son hermosas", afirma la Dra. Adriana Guzmán, cirujana estética en París.
Destaca el papel profundamente terapéutico de su profesión: devolver la confianza, aliviar el malestar, reconciliar la imagen que tenemos de nosotros mismos con la que proyectamos. Pero sin negar jamás lo que somos.
No deberíamos buscar la perfección a toda costa. Normalizar la belleza no es normal. Sería muy aburrido si todos luciéramos iguales. Podemos aspirar a ser una mejor versión de nosotros mismos sin dejar de valorar la diversidad.
Otra tendencia preocupa a los profesionales: la instantaneidad. El deseo de transformación inmediata, sin visión retrospectiva. "Hay gente que lo quiere todo, ya", observan los profesionales.
El periodo legal de reflexión de 15 días que rige todos los procedimientos de cirugía estética se convierte entonces en un tiempo precioso: aquel en el que podemos devolver el sentido al proceso, explorar las motivaciones reales, deconstruir a veces las expectativas surrealistas y sentar las bases de un vínculo sincero entre el paciente y el cirujano.
Nice Matin