Fin de la vida. Obstruir la muerte asistida debería ser ilegal, se crea un nuevo delito

Los diputados completaron el sábado la primera lectura del proyecto de ley sobre el "derecho a la muerte asistida", que votarán formalmente el martes, después de votar un texto dedicado a los cuidados paliativos.
La Asamblea Nacional comenzó a examinar estos dos proyectos de ley el 12 de mayo. Durante debates generalmente tranquilos, los diputados aprobaron la creación de un "derecho a la muerte asistida", que estará abierto a personas que padezcan una enfermedad grave e incurable, potencialmente mortal, en fase avanzada o terminal, y que presenten un sufrimiento físico o psicológico constante.
Dos años de prisión y multa de 30.000 eurosEl sábado, los diputados también aprobaron la creación de un delito de obstrucción del acceso a la muerte asistida, en la misma línea que el derecho al aborto. contra "impedir o intentar impedir" "practicar u obtener información" sobre esta materia, al tiempo que aumenta la pena incurrida, en el marco de la revisión de la ley sobre el final de la vida .
Este delito se cometerá en caso de perturbación del «acceso» a los lugares donde se practica la muerte asistida, «ejerciendo presión moral o psicológica», «profiriendo amenazas o realizando cualquier acto de intimidación» hacia pacientes o profesionales sanitarios.
Los diputados también aumentaron la pena, hasta dos años de cárcel y una multa de 30.000 euros, para equipararla a la del aborto.
¿Hasta dónde llegará este delito de obstrucción?El artículo, aprobado por 84 votos a favor y 49 en contra, provocó un animado debate. "¿Hasta dónde llegará este delito de obstrucción de la interpretación?", se pregunta el diputado Thibault Bazin (LR). ¿Cómo podemos entender la prevención del suicidio en el futuro, o incluso la falta de asistencia a una persona en peligro?
Otros parlamentarios plantearon el caso de familiares que intentaron disuadir a un padre. "Este delito de obstrucción, tal y como está escrito, puede generar arbitrariedad", añadió Patrick Hetzel (LR).
La ministra de Salud, Catherine Vautrin, intentó tranquilizar a los parlamentarios. "Lo que se nos induce a decir (...) en el círculo de amigos o de familiares es evidentemente una actitud personal que no constituye un delito de obstrucción", insistió, invocando reiteradamente una decisión del Consejo Constitucional.
Un delito propuesto de "incitación""Proponer cuidados paliativos, alternativas u otras perspectivas, expresar dudas, abrir un diálogo o incluso retrasar una decisión considerada prematura (...) no puede considerarse presión", añadió.
Los diputados han intentado en vano introducir un "delito de incitación" a la muerte asistida para, según ellos, "reequilibrar" el texto. "El arsenal represivo ya permite cubrir totalmente el riesgo de presión y maniobra", añadió Catherine Vautrin, citando en particular el abuso de debilidad.
Se espera que los debates finalicen el sábado, con varias docenas de enmiendas aún en discusión. La votación formal sobre todo el texto está prevista para el martes.
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