Kobido: el arte ancestral japonés del masaje antienvejecimiento que remodela el rostro

En la práctica, el masajista realiza "un tratamiento especial a base de percusión, alisado, amasado, vibraciones y presión", describe Josaphat Saussaye, discípulo del Dr. Shogo Mochizuki en Francia. El objetivo del tratamiento Kobido es mejorar el sistema circulatorio, liberar los nervios faciales y el tejido conectivo, relajar los músculos y drenar la linfa para eliminar toxinas y estimular los puntos energéticos que actúan sobre nuestros órganos y nuestro sistema nervioso.
Un protocolo preciso organiza el tratamiento. “Se empieza por el busto para estimular la circulación sanguínea, luego se continúa por el rostro para activar los meridianos. Después vienen los lados izquierdo (yang) y derecho (yin)”, explica Josaphat Saussaye. “El objetivo es mover energías de un lado a otro para reequilibrar todo el cuerpo”.
«Recibir un masaje Kobido regularmente ayuda a remodelar el óvalo del rostro, alisar la piel, preservar su juventud y aportar luminosidad», afirma Priscilla Pascaline, otra discípula del Dr. Shogo Mochizuki en Francia. Para descubrir otras esteticistas certificadas, haga clic aquí.
Tenga en cuenta: estas prácticas no se recomiendan para pieles con tendencia al acné severo, rosácea o irritaciones cutáneas graves.
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SudOuest