Millones de franceses toman estos medicamentos, que aumentan los riesgos relacionados con el calor.
Se acerca el verano y la ola de calor ya está aquí. Durante esta época, tomar medicamentos, incluso una sola vez, conlleva riesgos que no siempre se comprenden bien. Por eso, la ANSM (Agencia Nacional Francesa para la Seguridad del Medicamento) ha publicado un recordatorio sobre las mejores prácticas a adoptar durante el calor.
En primer lugar, se recomienda evitar la automedicación. «No tome medicamentos por iniciativa propia. Incluso los más comunes, como el paracetamol y los AINE, pueden empeorar los síntomas del golpe de calor», insiste la ANSM. Por lo tanto, para cualquier tratamiento, lo mejor es consultar con su médico o farmacéutico para saber si debe tomar precauciones especiales con su medicación durante el calor extremo.
Muchos tratamientos pueden, de hecho, aumentar los riesgos para la salud relacionados con el calor. Algunos medicamentos, como los antidepresivos, los antimigrañosos, los ansiolíticos, los neurolépticos y los opioides, pueden alterar la regulación de la temperatura corporal. Otros, como los betabloqueantes, los vasoconstrictores y los diuréticos, pueden reducir la producción de sudor, el principal mecanismo para regular la temperatura corporal.
Algunos medicamentos pueden agravar los efectos del calor, en particular al reducir la presión arterial: los antihipertensivos y los antianginosos. Algunos tratamientos pueden incluso inducir hipertermia, como los neurolépticos o los agonistas serotoninérgicos.
Además, ciertos medicamentos pueden alterar la función renal, que es particularmente sensible a las altas temperaturas. Entre ellos se incluyen los AINE, la aspirina, los antibióticos, los medicamentos para la hipertensión o, en general, todos los medicamentos que se sabe que son tóxicos para los riñones. Las personas que toman somníferos, ansiolíticos o fármacos deben estar especialmente atentas debido al riesgo de confusión, somnolencia y de olvidarse de beber suficiente agua.
Finalmente, la ANSM advierte del riesgo de fotosensibilidad en caso de exposición solar durante el tratamiento con medicamentos. Algunos de estos medicamentos pueden, de hecho, causar alergia solar, que se manifiesta como una reacción cutánea. Entre ellos se incluyen, por ejemplo, los antiinflamatorios (ibuprofeno, aspirina, etc.), las estatinas, los diuréticos, los tratamientos para el acné, ciertos antibióticos, los antialérgicos o incluso los medicamentos utilizados en cardiología, psiquiatría o oncología.
L'Internaute
