NOTICIAS DEL SUROESTE: Un brillante estudiante de secundaria de Orthez se ve comprometido por un cáncer repentino.

Afectado por un cáncer dos meses antes de graduarse, Julián Cabanes solicitó sin éxito a la autoridad educativa un ajuste en su calendario de exámenes debido a las sesiones de quimioterapia en las fechas oficiales. Con la promesa de una matrícula de honor y admitido en la escuela de ingeniería, el adolescente ahora solo espera obtener su diploma.
J ulian Cabanes es un estudiante brillante. Alumno del instituto Fébus en Orthez, Béarn, este adolescente tiene una racha de calificaciones con un promedio de al menos 15/20 desde el segundo año de secundaria. "Quiero ser ingeniero de construcción", dice este hombre que cumplirá 18 años el 28 de junio.
Un sueño que parece al alcance de la mano, pues Parcoursup ya le ha admitido en las cuatro escuelas a las que solicitó plaza. Solo le falta el examen de bachillerato. Una cita que se suponía era una formalidad para el joven.
Dolor repentino e intensoPero el 20 de abril, su vida cambió drásticamente. «Sentí un dolor intenso en el brazo derecho y me salió un bulto debajo del omóplato», recuerda Julian. Lo llevaron a urgencias de Orthez. A partir de ahí, todo se aceleró con una serie de pruebas en Capbreton y luego en el hospital de Pau. Una ecografía, una tomografía computarizada de tórax y una biopsia condujeron al cruel veredicto. Al igual que 900 adolescentes de entre 15 y 19 años cada año en Francia, Julian Cabanes tiene cáncer.
Desde principios de mayo, el adolescente estuvo bajo la tutela del Instituto Oncológico Bergonié de Burdeos. Comenzó la quimioterapia el 20 de mayo, alternando entre cuatro y seis días de hospitalización y una semana de reposo en casa. Se espera que su tratamiento continúe hasta octubre. "Salvo una breve estancia para tomar el aire, no he podido ir a clase desde principios de junio", lamenta el estudiante.
Pero lo más impactante para Julián Cabanes fue que sus exámenes de bachillerato coincidieran con su programa de tratamiento en Burdeos. Una situación habitual, según el Instituto Bergonié.
El instituto Fébus contactó telefónicamente a la familia de Julian con el Departamento de Exámenes y Oposiciones (DEC) del Rectorado de Burdeos. «Al principio sugirieron que Julian repitiera el curso», relató su madre enfadada. «¡No voy a repetir el curso si solo he faltado un mes y he tenido una media de 15 en los últimos tres años! Ya tengo la enfermedad, es doblemente peligroso», se enfureció el estudiante.

Quentin TOP/SO
Con el apoyo del director del instituto Fébus, los padres de Julian solicitan un trato excepcional para su hijo. «El centro examinador del instituto se pone a disposición del DEC para facilitar en todo lo posible el correcto desarrollo de los exámenes de Julian», escribió Laurent Tourneur. En sus cartas al rectorado, la familia Cabanes solicita «una consideración excepcional de las calificaciones de la evaluación continua obtenidas a lo largo del año» para eximir a Julian de los exámenes de junio para obtener su bachillerato. Este sistema ya estaba vigente en 2020 y 2021 durante la crisis sanitaria, pero para todos los candidatos.
“A esta edad, la continuidad del plan de vida ayuda al joven a involucrarse en sus tratamientos”.
En su defecto, "solicitamos una adaptación del calendario de exámenes, situándolos durante los periodos de descanso entre dos sesiones de quimioterapia", explica la madre. Un rescate excepcional del bachillerato de Julián, impulsado por la psicóloga del Instituto Bergonié. "La experiencia de atender a adolescentes con cáncer ha demostrado cómo, a esta edad, la continuidad del plan de vida, en la medida de lo posible, ayuda al joven a movilizarse para sus tratamientos y a proyectarse hacia un futuro, sin embargo, sombrío", escribe.
Desafortunadamente para el rectorado, «el reglamento no permite convertir las calificaciones finales de los exámenes únicos en promedios de la evaluación continua». «Incluso en casos de enfermedad grave», escribió Olivier Harmel, director del DEC, a la familia. No hay ninguna ventaja concebible en fijar fechas específicas para los exámenes de Julian para garantizar la igualdad entre los candidatos. «Las fechas de los exámenes establecidas a nivel nacional deben celebrarse el mismo día y a la misma hora para todos».
Sin embargo, se ofrecen asistencia y adaptaciones para candidatos con necesidades especiales. «Los exámenes pueden organizarse en colaboración con el entorno hospitalario, cuando la situación del candidato lo requiera», informó el rectorado a nuestro equipo editorial.
"Nos están pidiendo que elijamos entre el bachillerato de Julián y su salud", se enfurece su madre. Como todos los candidatos, el adolescente presentará su examen de filosofía el lunes 16 de junio y, en los días siguientes, intentará recuperar sus habilidades en matemáticas y física. "Hemos pospuesto la quimioterapia. No sé cómo afectará al tratamiento, pero no tengo otra opción", lamenta Julián, quien ya no aspira a los honores que merece, sino a salvar su bachillerato.
Según las doctoras Maud Toulmonde y Anne Jaffré, del Instituto Bergonié, las consecuencias de posponer la quimioterapia se han analizado poco a nivel científico. «Sin embargo, para la mayoría de los cánceres en adolescentes, la intensidad de la dosis [la cantidad de quimioterapia administrada por unidad de tiempo, nota del editor] se considera esencial para la eficacia del tratamiento. Por lo tanto, debe evitarse en la medida de lo posible posponer la quimioterapia por razones distintas a la tolerancia».
SudOuest