Aston Martin DBX S, Ferrari en la mira

No es sólo en los circuitos de Fórmula 1 y del Campeonato Mundial de Resistencia donde se libra la batalla entre Aston Martin y Ferrari. El fabricante inglés de automóviles deportivos no lo oculta. Quiere elevar su producción al nivel de su competidor italiano en términos de prestaciones añadiendo el refinamiento de un acabado Bentley o Rolls-Royce. Por el momento, todavía le queda un largo camino por recorrer. El año pasado, con 6.030 unidades, Aston Martin vendió poco menos de la mitad de vehículos que Ferrari. Los volúmenes, sobre todo, cayeron un 9%. Una caída atribuible principalmente al SUV DBX, que con 1.887 unidades tiene dificultades para encontrar clientes. En Maranello, la cartera de pedidos del Purosangue sigue repleta, a pesar de la falta de información sobre la fecha de sustitución del motor de 12 cilindros por otro propulsor.

La compañía con sede en Gaydon espera revertir la tendencia con el nuevo modelo que lleva el sufijo S. A partir del DBX 707, los ingenieros han desarrollado una nueva versión que se distingue por una parrilla completamente negra. La parte trasera también se beneficia de un nuevo tratamiento con dos salidas de escape dobles colocadas en cada extremo del vehículo, así como un parachoques y un difusor rediseñados. Estas novedades no serían más que una nueva versión del V8 biturbo de 4 litros. Gracias a la adopción de los turbocompresores del futuro Valhalla, el DBX S gana 20 caballos para mostrar una potencia de 727 caballos, 2 caballos más que el V12 del Ferrari Purosangue. Esto se traduce en un tiempo de 3,3 segundos para alcanzar los 100 km/h, una ganancia de 0,3 segundos en comparación con el DBX 707.

Estas novedades no serían nada sin la posibilidad de reducir el peso hasta en 47 kilos adoptando un techo de fibra de carbono que permite bajar el centro de gravedad y ahorrar 18 kilos solo así como llantas de magnesio. Es lamentable, sin embargo, que este equipamiento siga siendo opcional.

La versión deportiva del DBX, el modelo S, hace un uso extensivo de gamuza para el revestimiento interior, incluida parte del tablero, la consola central y la tapicería.