«Se trata de infracciones graves y reiteradas de la normativa»: la sala de juego del Casino de la Plage de Soulac-sur-Mer debe cerrar.

Los motivos de la decisión son claros. «Se trata de infracciones graves y reiteradas de la normativa, en particular en materia de medidas contra el blanqueo de capitales, la formación del personal y la prevención de la ludopatía», resume el subprefecto. La Comisión Consultiva Nacional de Establecimientos de Juego, reunida en junio, emitió un dictamen desfavorable sobre la renovación de la licencia tras escuchar al operador. Contactado el miércoles por la noche por «Sud Ouest», Roland Léas reconoció que se enteró de la decisión el día anterior, sin haber recibido aún la carta oficial. «En teoría, el cierre es inminente, pero mientras no venga la policía del juego, no cerraremos». El director del Casino declinó hacer comentarios sobre las quejas. Cree que «aún no está claro».
El alcalde de Soulac-sur-Mer, Xavier Pintat, lamenta la decisión. "Lo que nos preocupa es que coincida con pleno verano, cuando el casino registraba un aumento de asistencia en julio". Pero, en esencia, el alcalde no cuestiona la decisión. Para él, "el delegado tenía obligaciones que cumplir con el Estado. Parece que hubo negligencia. Afirma haber corregido la situación, pero claramente no le convenció". En cuanto al contrato, el alcalde especifica en particular que se han cumplido los compromisos. "Los alquileres están pagados, la relación con el municipio es buena. Pero las deficiencias afectan a la normativa nacional del juego, que es responsabilidad exclusiva del delegado".
Por lo tanto, la sala de juegos cerrará sus puertas. El restaurante y la discoteca contiguos podrían permanecer abiertos hasta el final de la temporada, previo acuerdo con el municipio. La licencia para operar juegos requería el mantenimiento de un restaurante. Resulta que sin juegos, este vínculo regulatorio desaparece. "Esto se discutirá", añadió el alcalde.
Esto ocurre en pleno verano, cuando el casino estaba viendo un aumento en la asistencia en julio.

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El subprefecto presta especial atención al aspecto social. Unos diez empleados aprobados por el ministerio se ven directamente afectados. «Hemos colaborado con el departamento de trabajo para garantizar sus derechos. Se puede crear una unidad de apoyo si es necesario». Finalmente, la decisión ministerial puede ser objeto de recurso de apelación o de anulación ante el tribunal administrativo en un plazo de dos meses. «Corresponde al Sr. Léas decidir si desea dar este paso», explica Fabien Tuleu. Una posible reapertura dependerá de una nueva autorización, basada en el expediente, tras la revisión de la comisión nacional.
SudOuest