A Elon Musk se le pidió regresar a la Casa Blanca después de que terminó su cargo, pero fue rechazado, dice una fuente.

El breve mandato de Elon Musk en el corazón de la administración Trump terminó en acritud, y el empresario multimillonario ahora criticó públicamente la legislación insignia del presidente.
Musk, quien ingresó al gobierno como "empleado gubernamental especial" para liderar las iniciativas de reducción de costos, vio su mandato limitado a 130 días. Según dos fuentes cercanas al director de Tesla y SpaceX, esperaba extender su mandato, pero fue rechazado, informa The Telegraph.
El gigante tecnológico recibió una despedida en el Despacho Oval la semana pasada al dejar su puesto como jefe del Departamento de Eficiencia Gubernamental. Pero la buena voluntad pareció efímera. En su plataforma X, Musk condenó el "gran y hermoso proyecto de ley" de Donald Trump como una "abominación repugnante".
Su arrebato provocó una onda expansiva en Washington, donde Trump está luchando para lograr la aprobación del ambicioso proyecto de ley de impuestos y gastos en un Congreso estrechamente dividido.
Una fuente cercana a Trump reconoció la reacción negativa y declaró a la prensa que los funcionarios de la administración estaban "decepcionados" con los comentarios de Musk. Mientras tanto, una fuente cercana a Musk describió la situación como un caso de envidia.
Pero el daño podría ya estar hecho. La intervención de Musk ha avivado la creciente preocupación por la legislación del presidente. Entre quienes expresan su oposición se encuentra la congresista Marjorie Taylor Greene, una aliada clave de Trump en el Capitolio.
El proyecto de ley se ha convertido en un punto central de la agenda nacional de Trump durante su segundo mandato. Según informes, el presidente ha tenido su agenda libre durante días, atendiendo personalmente las llamadas telefónicas para conseguir votos y avanzar con el proyecto en un Congreso donde los republicanos apenas cuentan con una mayoría mínima.
Los aliados del expresidente ahora sugieren que las críticas de Musk se deben más a la frustración personal que a principios. "Es un hombre de negocios con intereses", dijo en privado un aliado de Trump, "y no estaba contento con su marcha".
Según las fuentes, Musk había pedido más tiempo para trabajar en su ambicioso objetivo de recortar un billón de dólares en gasto federal, pero le dijeron que eso no sería posible.
También se reportaron tensiones por decisiones políticas que impactaron directamente a la comunidad. Como informó primero Axios, el proyecto de ley elimina el crédito fiscal para vehículos eléctricos, que ha beneficiado a Tesla durante mucho tiempo. Además, los esfuerzos de Musk para convencer a la FAA de comprar satélites Starlink para el control del tráfico aéreo fracasaron, según se informa. Durante el fin de semana, la administración también retiró la nominación de un aliado de Musk para dirigir la NASA.
Lo que está en juego es la legislación emblemática de Trump, que pretende consolidar los recortes de impuestos existentes y añadir nuevas exenciones para las propinas y las horas extras, promesas clave de campaña. Sus partidarios afirman que impulsará la economía; sus críticos argumentan que no es suficiente para compensar la pérdida de ingresos.
Para aumentar la presión, la Oficina de Presupuesto del Congreso advirtió el miércoles que el proyecto de ley podría añadir 2,4 billones de dólares a la deuda nacional, que ya ha alcanzado un récord de 36,2 billones de dólares.
A pesar de la creciente controversia, el proyecto de ley ha superado su primer obstáculo: la aprobación en la Cámara de Representantes. La batalla ahora se traslada al Senado, con la reprimenda de Musk como una amenaza constante en el debate.
express.co.uk