El jefe de Hezbolá dice que no entregará las armas pese a la propuesta de EE.UU.
Qassem argumentó el viernes que el ejército israelí se expandiría en el Líbano si no hubiera “resistencia” en el país.
“No nos rendiremos ni nos rendiremos ante Israel; Israel no nos quitará nuestras armas”, dijo en un mensaje de video.
Los comentarios de Qassem supusieron un golpe potencial a los esfuerzos del diplomático estadounidense Thomas Barrack el mes pasado para lograr un acuerdo entre el Líbano e Israel que implicaría el desarme del grupo armado libanés.
Barrack, embajador de Washington en Turquía y enviado especial a Siria, había declarado a principios de este mes que estaba "increíblemente satisfecho" después de recibir una respuesta a sus propuestas de las autoridades libanesas, añadiendo que se estaba preparando un "plan de avance".
Los dirigentes libaneses que asumieron el cargo tras más de un año de hostilidades entre Israel y Hezbolá han prometido un monopolio estatal sobre la posesión de armas, al tiempo que exigen que Israel respete un alto el fuego con el grupo alcanzado en noviembre pasado.
El primer ministro libanés, Nawaf Salam, declaró en una entrevista con Al Jadeed TV el viernes que el temor a una escalada israelí estaba justificado, pero que la propuesta estadounidense era una “oportunidad” que podría conducir a la retirada de Israel.
Salam reconoció que las armas de Hezbolá desempeñaron un papel principal en la liberación del sur del Líbano de Israel en 2000, pero insistió en que ahora deben estar bajo el mando del Estado libanés.
Sin embargo, Qassem destacó que el Líbano enfrenta un peligro existencial que debe priorizarse por encima de la cuestión de otorgarle al Estado el monopolio sobre el uso de armas.
"Después de abordar ese peligro, estaremos listos para discutir una estrategia de defensa o una estrategia de seguridad nacional", añadió.
Hezbolá afirma que las fuerzas armadas libanesas no han enfrentado los abusos israelíes desde la creación de Israel en 1948.
Según el alto el fuego, Hezbolá debía retirar a sus combatientes al norte del río Litani, a unos 30 kilómetros de la frontera israelí.
Israel debía retirar sus tropas del Líbano, pero las ha mantenido desplegadas en cinco zonas que considera estratégicas y ha violado el alto el fuego casi a diario con ataques mortales.
Israel asestó golpes significativos a Hezbolá en la guerra del año pasado, asesinando a su líder, Seyyed Hassan Nasrallah, junto con otros comandantes y destruyendo gran parte de su arsenal.
Qassem pareció reconocer que Hezbolá no estaba en posición de contraatacar o atacar a las tropas israelíes que ocupaban partes del sur del Líbano.
Pero dijo que el grupo no se desarmaría bajo la amenaza de una renovada guerra total.
“Estamos procediendo, preparados y listos para una confrontación defensiva”, añadió el jefe de Hezbolá.
ifpnews