Trump impone un arancel del 17 por ciento a los tomates de México

La administración del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció un arancel del 17 por ciento a los tomates frescos procedentes de México, desechando un acuerdo de tres décadas de antigüedad para eximir a ese producto de derechos antidumping.
La retirada del acuerdo por parte de la administración Trump el lunes se produjo mientras se agotaba el tiempo para que México alcanzara un acuerdo comercial general con Estados Unidos antes del 1 de agosto o enfrentara un arancel general del 30 por ciento sobre sus productos.
“México sigue siendo uno de nuestros mayores aliados, pero durante demasiado tiempo nuestros agricultores se han visto aplastados por prácticas comerciales desleales que socavan los precios de productos como los tomates”, afirmó el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, en un comunicado.
Eso termina hoy. Este cambio de regla está en consonancia con las políticas comerciales y el enfoque del presidente Trump hacia México.
El Departamento de Comercio había anunciado en abril su intención de salir del acuerdo en 90 días, diciendo que "no había protegido a los productores de tomates estadounidenses de las importaciones mexicanas con precios injustos".
México suministra casi el 70 por ciento de los tomates de Estados Unidos, frente a aproximadamente el 20 por ciento en 1994, según el Florida Tomato Exchange.
El Acuerdo de Suspensión del Tomate, que se firmó por primera vez en 1996, suspendió los aranceles derivados de una decisión de un tribunal comercial estadounidense que determinó que los exportadores mexicanos estaban vendiendo sus productos a precios artificialmente bajos.
Según el acuerdo, Estados Unidos aceptó suspender los aranceles siempre que los productores mexicanos no vendieran sus productos por debajo de los “precios de referencia” acordados.
Las dos partes renovaron el acuerdo en cuatro ocasiones, la más reciente en 2019.
En una declaración conjunta, los ministerios de Economía y Agricultura de México condenaron la medida como “injusta” y “contraria a los intereses no sólo de los productores mexicanos, sino también de la industria estadounidense”.
“Las ganancias de los tomates frescos mexicanos en el mercado estadounidense se deben a la calidad del producto y no a prácticas desleales”, dijeron los ministerios, y agregaron que los aranceles “solo dañarían los bolsillos de los consumidores estadounidenses, ya que será imposible reemplazar los tomates mexicanos”.
Los políticos demócratas también criticaron el arancel, advirtiendo sobre precios más altos y pérdida de empleos.
“La imprudente guerra comercial de Donald Trump está aumentando los precios, amenazando nuestro crecimiento económico y destruyendo empleos”, dijo la gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, demócrata, en un comunicado.
Con su última decisión insensata de abandonar el Acuerdo de Suspensión del Tomate, amenaza con eliminar más de 50,000 empleos entre Arizona y Texas y obligar a los arizonenses a pagar más en el supermercado, todo para beneficiar a los agricultores de Florida. Las empresas y familias de Arizona pagarán las consecuencias de este aumento de impuestos, que es el último paso en la imprudente guerra comercial de la administración.
Al Jazeera