Deel quiere que Rippling entregue cualquier acuerdo que implique el pago al presunto espía.

Deel ha lanzado una nueva andanada en la batalla legal en curso con Rippling, la startup rival de tecnología de recursos humanos. Deel presentó una moción, que incluía una serie de cartas, solicitando al tribunal irlandés que obligue a Rippling a entregar información.

En una carta, Deel solicita versiones sin editar de las declaraciones juradas de los testigos, incluyendo la famosa del exempleado de Rippling, Keith O'Brien. En una historia llena de giros argumentales que parece sacada de una película, O'Brien admitió ante un tribunal irlandés haber sido espía de Deel, según la declaración jurada publicada por Rippling.

Rippling presentó una demanda contra Deel en marzo que alega apropiación indebida de secretos comerciales, interferencia tortuosa, competencia desleal y más, basándose en gran medida en las acusaciones de espionaje.

Desde entonces, Deel ha presentado una contrademanda , intentando que la demanda de Rippling se desestime por cuestiones como la jurisdicción, pero también presentando sus propias acusaciones contra Rippling. Deel alega, por ejemplo, que Rippling también intentaba espiarlo.

En las cartas publicadas el lunes, Deel cita una declaración jurada de Vanessa Wu, empleada de Rippling y ex asesora general de la empresa. Gran parte de la declaración relata lo que Wu recuerda de supuestos sucesos relacionados con el espionaje y su opinión sobre diversas cartas intercambiadas entre los abogados de ambas partes.

Pero Deel señala que Wu también testificó que Rippling despidió a O'Brien y le pagó una indemnización por despido a cambio de que firmara un acuerdo de no demandar. Wu también testificó, según la declaración jurada, que Rippling firmó un segundo acuerdo con O'Brien en el que Rippling "acordó contribuir a los costos del Sr. O'Brien en estos procedimientos y pagar sus gastos legales y de bolsillo razonables en relación con la cooperación que se brindaría en virtud de dicho acuerdo".

Deel exige que un tribunal obligue a Rippling a entregar versiones completas y sin censura de ambos acuerdos. Quiere demostrar a todo el que quiera escuchar lo inusual que es que un empleado despedido con justa causa vuelva a la nómina de una empresa como testigo pagado.

No hace falta decir que ambas partes proclaman vehementemente su propia inocencia mientras señalan al otro con el dedo.

Tendremos que esperar y ver qué decide el tribunal, pero si hace que más testimonios de O'Brien y esos acuerdos de rescisión estén disponibles públicamente, leeremos al respecto.