Siete señales de alerta de abuso financiero (y por qué quizá ni siquiera te des cuenta de que te está sucediendo)

Diez años después de que el abuso financiero se convirtiera en delito oficial, aún afecta a más de nueve millones de personas en el Reino Unido cada año. Si bien afecta a personas de todas las edades y grupos demográficos, la más frecuente es la mujer, ya que una de cada seis afirma haber sufrido abuso económico en una relación.
Pero ¿qué es el abuso económico y cómo podemos detectar las señales de alerta antes de que sea demasiado tarde?
El abuso financiero se produce cuando alguien controla las finanzas de otra persona para su propio beneficio y en detrimento de la víctima. Esto suele ocurrir entre la pareja, pero también puede ocurrir entre familiares, amigos o personas de confianza de una red de apoyo.
Puede presentarse de varias formas. Puede consistir en obligar a alguien a solicitar crédito o préstamos a su nombre para el agresor. Puede consistir en insistir en tener una cuenta conjunta y retirar todo el dinero a la suya. O puede parecer irresponsabilidad financiera de una persona, lo que obliga a la otra a ponerse en apuros financieros para pagar las facturas en su nombre. Por ejemplo, alguien podría gastar deliberadamente todo su dinero el día de pago en lujos, de modo que su pareja tenga que pagar la hipoteca completa.
Para algunas personas, el abuso financiero se manifiesta como si sus prestaciones se pagaran a un "adulto responsable" que luego no utiliza el dinero como debería para el beneficiario. Otras pueden verse obligadas a ingresar su salario en la cuenta bancaria de otra persona, de la cual reciben una pequeña "asignación".
El abuso financiero ocurre en el 99% de los casos de violencia doméstica. Es una forma de controlar a la víctima, ya que no puede gastar su dinero como desea, lo que le dificulta hacer planes para irse.
A veces, las personas desconocen el abuso. A lo largo de los años, se han dado casos muy sonados de cuidadores de confianza que se aprovechan de adultos vulnerables con demencia u otras afecciones, gastándose el dinero de la víctima como si fuera suyo. Estos casos son particularmente difíciles de detectar, ya que la víctima suele estar muy aislada y no podrá saber si su situación económica es estable.
Quizás no te des cuenta de que estás sufriendo abuso financiero, ya que suele empezar de forma leve. Si tú o un amigo está experimentando alguna de estas situaciones, es una señal de alerta de abuso económico que debe abordarse.
Insistir en que alguien saque un crédito a su nombre
Solo debe abrir cuentas bancarias, créditos, préstamos o cualquier producto financiero a su nombre si es para usted. Si alguien le pide que abra una cuenta a su nombre, es fraudulento. También significa que pueden acumular deudas masivas con tarjetas de crédito o préstamos, y usted es el responsable de pagarlas.
Solicitar que se abonen ingresos en su cuenta
Si alguien sugiere que tus ingresos se depositen en su cuenta, niégate. Esto indica que quieren controlar tu acceso al dinero. Podrían intentar decirte que tienes un problema de gastos, pero a menos que seas tú quien le pide ayuda con ese problema, no lo hagas. Una vez que el dinero esté en su cuenta, podrán gastarlo como quieran y no tendrán que devolvértelo.
Decirte que trabajes menos horas de las que quieres
Solo tú puedes decidir cuántas horas puedes trabajar, dependiendo de tu salud, situación financiera, familiar y laboral. Si alguien intenta obligarte a trabajar menos horas de las que deseas o puedes, está intentando limitar tu capacidad adquisitiva.
Revisan tus gastos todo el tiempo
Compartir los detalles de los gastos de una cuenta conjunta es justo y debería ser una práctica habitual para garantizar que ambas partes conozcan el estado de la cuenta. Sin embargo, si alguien siempre revisa tus recibos, insiste en que lleves un diario de gastos o te exige una justificación de cada compra, se trata de un comportamiento controlador y abusivo.
Restringe el uso de tus propios artículos
Si alguien te quita tu teléfono móvil, coche u otros bienes que te pertenecen, o utiliza injustamente un bien común para privarte de su uso, esto puede considerarse abuso financiero. Afecta la forma en que ganas y gastas tu dinero.
Quiere tus contraseñas bancarias
Nunca, jamás, compartas con nadie el PIN de tu tarjeta ni tus datos de acceso bancario. Solo tú deberías tener acceso a tus cuentas bancarias, a menos que haya una razón específica por la que hayas decidido que alguien necesita ayudarte a administrar tu dinero. Un ejemplo podría ser si has pedido ayuda para pagar facturas mientras enfrentas una enfermedad prolongada que puede causarte confusión o fatiga mental. Incluso en estos casos, es más seguro abrir una cuenta nueva e ingresar dinero para que administren tu vida, en lugar de darles acceso completo al banco.
Gasta todo su dinero para privarte del tuyo.
Este es uno de los tipos de abuso financiero más insidiosos, pero lamentablemente ocurre con frecuencia. Una persona podría malgastar su dinero deliberadamente, dejando a la víctima a cargo del pago de las facturas (o endeudarse). O bien, le dicen a la víctima que no tienen dinero o que tienen menos del que realmente tienen, para manipularla y que pague todo.
El abuso financiero es una de las situaciones más difíciles de superar, ya que dificulta enormemente ahorrar dinero para un plan de escape. Si se siente lo suficientemente seguro como para hablar de la situación con el agresor, hágalo. Sin embargo, muchas situaciones son peligrosas si la víctima teme represalias. En este caso, contacte con organizaciones benéficas contra la violencia doméstica o con la organización Surviving Economic Abuse para obtener ayuda.
Intente hablar con su banco y los proveedores de su tarjeta de crédito para informarles que su cuenta podría estar en riesgo si alguien ha solicitado un crédito a su nombre. También debería revisar su historial crediticio para asegurarse de que no lo hayan hecho sin su conocimiento.
Si puedes, habla con un amigo o familiar de confianza para elaborar un plan de acción. Quizás puedan ayudarte a encontrar un lugar seguro donde quedarte mientras tomas medidas para distanciarte de la persona que abusa de ti.
Este puede ser un tema delicado, pero es importante hablar si crees que algo anda mal. Muchas personas desconocen que el abuso financiero es un delito o tienen demasiado miedo de decirlo. Abrir la conversación primero puede sentar las bases para que busquen ayuda y se alejen de la persona que abusa de ellas.
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