Cientos de canadienses han huido de Oriente Medio, pero miles más permanecen allí, según funcionarios

Cientos de canadienses y residentes permanentes han huido de Medio Oriente a medida que la guerra entre Israel e Irán continúa aumentando, pero las autoridades estiman que todavía hay miles en la región.

Aproximadamente 6.000 canadienses y residentes permanentes se encuentran en Israel y Cisjordania, según informaron a la prensa funcionarios de Asuntos Globales de Canadá (GAC) durante una sesión informativa el lunes. Se estima que otros 5.500 se encuentran en Irán.

Los funcionarios no dieron una cifra específica, pero indicaron que cientos de personas han abandonado la región y que el gobierno planea ayudar a quienes buscan hacerlo. Indicaron que la situación sigue siendo muy inestable y que es difícil determinar el número exacto de canadienses que han abandonado cada parte de la región. Indicaron que algunos se han marchado por voluntad propia sin notificar necesariamente al gobierno federal.

La ministra de Asuntos Exteriores, Anita Anand, anunció el jueves pasado que el gobierno federal estaba organizando vuelos comerciales desde países vecinos, ya que el espacio aéreo tanto en Irán como en Israel ha sido cerrado.

Más de 60 canadienses salieron de Israel y Cisjordania en autobuses proporcionados por el gobierno y fueron trasladados a Amán, Jordania, según informaron las autoridades. Se espera que unos 100 más salgan el martes en un vuelo reservado desde Áqaba, Jordania, a Atenas. Las autoridades indicaron que probablemente haya más canadienses que hayan salido por otros medios.

La asistencia que el gobierno puede brindar a quienes se encuentran en Irán es limitada, ya que Canadá no tiene presencia diplomática en el país.

Pero los funcionarios del GAC dijeron que hay una presencia diplomática en los cruces fronterizos de Turquía y Armenia para ayudar con las opciones de transporte y alojamiento para los canadienses y residentes permanentes que salen de Irán.

También se ha establecido una estación diplomática canadiense en la frontera iraní con Azerbaiyán. Si bien el cruce de Astara lleva cuatro años cerrado, funcionarios del GAC afirmaron que diplomáticos canadienses han podido asistir con las solicitudes de visado en ese cruce, y que funcionarios azerbaiyanos han permitido el cruce de aproximadamente 100 canadienses.