La visita del Rey responde a las amenazas de Trump contra el estado número 51. ¿Servirá de algo?

El rey Carlos III llegará pronto a Ottawa para pronunciar el discurso del trono que inaugura una nueva sesión del Parlamento. Es solo la tercera vez que el monarca canadiense lee el discurso desde el trono, y esto ocurre ahora por una razón.

"Si se quiere destacar la soberanía canadiense, ¿qué mejor símbolo que la encarnación de esa soberanía?", preguntó Philippe Lagassé, profesor de la Universidad de Carleton, especializado en el papel de la Corona en el sistema político canadiense.

«El Rey es la personificación del Estado. Está en su cúspide porque lo personifica. Es, por lo tanto, la personalidad jurídica de Canadá», añadió Lagassé.

Durante meses, Trump ha amenazado con convertir a Canadá en el estado número 51 de EE. UU., incluso en su reciente reunión en el Despacho Oval con el primer ministro Mark Carney. El embajador de Trump en Canadá, por su parte, afirmó saber que la visita del Rey busca contrarrestar las amenazas del presidente estadounidense.

"Sé lo que implica. Todo se reduce al estado 51 [comentarios]", dijo el embajador de Estados Unidos en Canadá, Pete Hoekstra, en una entrevista con el programa The House de la CBC que se emitirá el sábado. Pero Hoekstra añadió que la saga de la anexión ha terminado.

La expectativa de que Trump tenga interés proviene de su admiración por la familia real y el Rey, dijo Lagassé.

En febrero, el primer ministro británico, Keir Starmer, entregó a Trump una invitación del rey Carlos para reunirse con él en Balmoral, una finca real en Escocia. Tras leer la invitación ante la prensa en el Despacho Oval, Trump afirmó que sería un "honor" visitar ese "fantástico" país.

Lagassé dijo que el viaje de Carlos a Canadá es un "recordatorio útil" para el presidente estadounidense de que él es el monarca tanto británico como canadiense.

"Si respetan y admiran al rey del Reino Unido, quizá también deberían respetar y admirar al rey de Canadá, dado que se trata de la misma persona. Así que se está enviando una señal, que no deja de ser importante", añadió Lagassé.

"Es una gran broma", dice diputado quebequense

No todos están impresionados por la visita real. El diputado del Partido Quebequense, Pascal Bérubé, afirmó el jueves que el rey es un «símbolo arcaico y colonial».

"Es una gran broma", dijo Bérubé, añadiendo que Canadá "no es tan fuerte" si su respuesta a las amenazas del presidente estadounidense es convencer al Rey, ya que "no da miedo en absoluto".

Catherine Gentilcore, otra diputada del Parti Québécois, preguntó: "¿Cómo puede el rey resultar convincente de alguna manera?".

"Entonces, para expresar el poder de Canadá, ¿hay que buscar un rey extranjero?", añadió Gentilcore.

Soberanistas quebequenses como Bérubé y Gentilcore han criticado durante mucho tiempo el papel de la monarquía en la política canadiense. Hace dos años, el gobierno provincial aprobó una ley que hizo opcional el juramento de lealtad al Rey.

A principios de mayo, el Bloc Québécois federal declaró en francés que la decisión de Carney de invitar a Charles es "reveladora de valores liberales", y que estos son "irreconciliables con los de los quebequenses, que rechazan [la monarquía] y están apegados a los valores de la democracia y la modernidad".

El líder Yves-François Blanchet dijo que él y su grupo no asistirán al discurso del trono del martes.

Patricia Treble, autora del blog Write Royalty en Substack, refutó las palabras de Gentilcore y afirmó que el rey Carlos "no es un rey extranjero. Cuando viene a Canadá, es el rey canadiense. Lo invita su gobierno en Ottawa".

Treble describió la corona canadiense como un extintor de incendios que se llena de polvo y solo se utiliza en caso de emergencia.

"Ya se ha probado y está dando sus frutos", dijo Treble. "Lo veremos el lunes y el martes en Ottawa".

Lagassé afirmó que «los quebequenses, con su visión de futuro, también han heredado estas instituciones. Su Asamblea Nacional también es una asamblea al estilo británico. Tienen un vicegobernador».

También debemos recordar nuestras instituciones —nos gusten o no, queramos o no cambiarlas—, por ahora, así son y son muy importantes en este momento.

Perry Bellegarde, ex jefe nacional de la Asamblea de Primeras Naciones y presidente honorario de la Real Sociedad Geográfica Canadiense, señaló que los pueblos indígenas tienen una relación clave con la Corona.

"Tenemos una relación de tratado con la Corona que se firmó de nación a nación y hubo una fuerte conexión y un fuerte pacto sagrado que nunca podría romperse", dijo Bellegarde, quien estuvo entre los canadienses que recibieron al Rey y la Reina en la Casa de Canadá en Londres a principios de esta semana.

"Siempre llevamos la Union Jack en nuestro Día del Tratado", añadió Bellegarde. "Esa es la relación que tenemos con la Corona... Así que hay que respetar todas esas instituciones de gobierno".