En la FDA de Trump, el enfoque antirregulatorio y el recorte de costos ponen en riesgo el sistema de seguridad alimentaria

El enfoque antirregulatorio de la administración Trump y sus medidas de reducción de costos corren el riesgo de desentrañar un sistema crítico de controles y equilibrios que ayuda a garantizar la seguridad del suministro de alimentos de EE. UU., dijeron expertos de la industria a KFF Health News.

Un brote de E. coli que ocurrió a fines del año pasado, cuya investigación concluyó en febrero, indica cómo, con los cambios de la FDA, más personas podrían enfermarse con enfermedades transmitidas por los alimentos ya que las empresas y los productores enfrentan menos supervisión regulatoria y menos consecuencias por vender productos alimenticios contaminados, según entrevistas con defensores de los consumidores, investigadores y ex empleados de la FDA y el Departamento de Agricultura de los EE. UU.

Además, la administración retiró una propuesta de regulación para reducir la presencia de salmonela en la carne de ave cruda, un plan que podría haber ahorrado más de 13 millones de dólares anuales al prevenir aproximadamente 3000 enfermedades. También está disolviendo una unidad del Departamento de Justicia que interpone acciones civiles y penales contra empresas que venden alimentos contaminados y está reasignando a sus abogados, según un exfuncionario de la FDA, un memorando publicado por el jefe de la división penal del departamento y un informe técnico del bufete de abogados Gibson Dunn.

“Se trata de destrucción, no de eficiencia”, dijo Siobhan DeLancey, quien trabajó en la Oficina de Alimentos y Medicina Veterinaria de la agencia durante más de 20 años antes de ser despedida en abril. “Vamos a ver las consecuencias durante años. Costará vidas”.

Los funcionarios del Departamento de Salud y Servicios Humanos no hicieron comentarios para este artículo, pero han sostenido que la seguridad alimentaria es una prioridad.

Los recortes de personal implican retrasos en la publicación de brotes mortales, dijo Susan Mayne, profesora adjunta de la Escuela de Salud Pública de Yale que se jubiló de la FDA en 2023. DeLancey dijo que los nuevos requisitos de la administración Trump para revisar los anuncios de la agencia se volvieron tan arduos que tomó semanas obtener la aprobación de alertas que deberían haber salido mucho antes.

El brote de noviembre de 2024, causado por la bacteria E. coli en lechuga, enfermó a casi 90 personas y causó la muerte de una. Sin embargo, tras la conclusión de la investigación bajo la administración Trump, la FDA ocultó cualquier información que identificara al productor o procesador. La FDA indicó en su resumen interno de febrero que no se identificó al productor porque no quedaba producto en el mercado.

La información sigue siendo importante porque puede prevenir más casos, presionar a los productores para que mejoren las condiciones sanitarias e identificar a los infractores reincidentes, dijo Bill Marler, un abogado de Seattle que se especializa en litigios sobre seguridad alimentaria.

"¿Con todo ese 'Hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable', el enfoque en eliminar los colorantes alimentarios de los cereales?", dijo Chris George, de Avon, Indiana, cuyo hijo fue hospitalizado durante el brote. "¿Qué tal si eliminamos la E. coli de la lechuga para que no mate a nuestros hijos?"