Alto el fuego o no, persisten los desafíos para las aerolíneas en Oriente Medio

Las aerolíneas y los aeropuertos trabajan arduamente para estabilizar sus operaciones tras 24 horas dramáticas. Las consecuencias operativas del lunes no fueron generalizadas, pero las restricciones vigentes del espacio aéreo seguirán teniendo un amplio impacto.

Al despertar el martes por la mañana en Oriente Medio, circularon informes contradictorios sobre el estado del alto el fuego entre Israel e Irán. La noticia del acuerdo se conoció apenas horas después de que Teherán lanzara misiles contra una base aérea estadounidense en Qatar en respuesta a ataques previos contra sus instalaciones nucleares.

Incluso si se mantiene una frágil tregua, muchos aeropuertos y aerolíneas de la región enfrentan la difícil tarea de estabilizar sus operaciones después de un día turbulento.

El aumento de las tensiones en Oriente Medio ya había afectado a los viajes aéreos, pero los acontecimientos del lunes alcanzaron un nuevo nivel. El espacio aéreo catarí estuvo cerrado durante aproximadamente ocho horas, mientras que cierres más breves afectaron los vuelos en otros países, como los Emiratos Árabes Unidos y Baréin.

Qatar se llevó la peor parte de los cierres, con alrededor de 100 vuelos entrantes interrumpidos, según Flightradar24. Esto provocó docenas de desvíos para la aerolínea de bandera Qatar Airways. Muchos servicios regresaron a sus destinos; sin embargo, otros se vieron obligados a aterrizar en aeropuertos de otros países.

La variedad de aeropuertos alternativos reflejó el enorme alcance geográfico de la aerolínea. Los pasajeros del vuelo QR809 procedente de Tokio aterrizaron en la ciudad india de Ahmedabad, mientras que los del QR732 procedente de Dallas hicieron una escala no prevista en Medina, Arabia Saudita. Otros viajeros con destino a Doha se encontraron en Omán, Turquía o Hungría. Es probable que el alojamiento de los pasajeros se vea complicado por los requisitos de visado locales y las estrictas obligaciones de la tripulación.