La ciudad "más lujosa" de Europa, prohibida y abandonada durante 50 años

Pasear por la zona de Varosha hoy en día da la sensación de estar en un plató de cine distópico, pero no siempre fue así. Varosha, un distrito de la ciudad de Famagusta, Chipre, fue considerado durante años el destino más lujoso de Europa.
Recibió a los ricos y famosos, incluidas estrellas como Elizabeth Taylor y Richard Burton, en sus glamorosos complejos turísticos, rascacielos y zonas comerciales.
Varosha se convirtió en un destino turístico de moda en la década de 1970 gracias a su dedicación a la opulencia. Pero todo cambió en 1974, cuando la zona fue devastada por la guerra.
Cuando un golpe de estado apoyado por Grecia condujo a una invasión militar turca , la isla quedó dividida en dos y Varosha quedó aislada del resto del mundo.
Desde entonces, ha permanecido congelado en el tiempo. Hoy es un pueblo fantasma; un monumento a lo que fue.
En julio de 1974, tras un golpe de Estado en Chipre perpetrado por fuerzas progriegas que buscaban la unión con Grecia, Turquía lanzó una intervención militar, alegando su papel como potencia garante en virtud del Tratado de Garantía de 1960 (que también involucraba a Grecia y el Reino Unido). Las fuerzas turcas invadieron el norte de la isla, lo que provocó un desplazamiento generalizado de la población.
Durante la invasión, los habitantes de Varosha huyeron de la zona por temor a la violencia. El ejército turco tomó el control de la ciudad y la cercaron, impidiendo el regreso de nadie (ni siquiera de sus antiguos residentes). Con el tiempo, Varosha se convirtió en un pueblo fantasma, con sus edificios abandonados en ruinas.
El youtuber Pau Clavero, conocido como hiclavero, visitó la zona en su último video viral. "Este era el Miami de Europa", dijo Clavero mientras paseaba por los antiguos complejos turísticos, ahora abandonados.
Si bien ahora es posible visitar algunas partes de Varosha mediante una visita guiada, en gran parte aún se encuentra cerrada bajo vigilancia militar.
Vallada y convertida en zona militar, Verosha es solo una sombra de lo que fue. Naciones Unidas prohibió cualquier intento de repoblarla sin los dueños originales de las propiedades de Varosha.
"Pensaban que volverían a casa en unos días, pero nunca lo hicieron", explicó Clavero, describiendo cómo los residentes grecochipriotas huyeron, dejando atrás sus casas, tiendas, coches y más.
Pero aún bajo ocupación del controvertido ejército del norte de Chipre, un territorio reconocido sólo por Turquía, está fuertemente controlado y tiene una atmósfera inquietante y postapocalíptica.
Clavero agregó: “Me quitaron el pasaporte y se suscribieron a mi canal para monitorearme”, al explicar cómo logró ingresar tras un control sorpresa en la entrada.
Una vez dentro, el pueblo fantasma se vuelve aún más inquietante. Está lleno de tiendas vacías, clubes donde "probablemente alguien dio su primer beso" y un banco que aún conserva su letrero.
"Esto es como Chernóbil, pero sin radiación", dice el youtuber. Su video viral, visto por miles de personas, ha reavivado la fascinación en Varosha.
Pero no solo el tamaño de la ciudad ni la magnitud de su conservación llaman la atención. Quizás lo más sorprendente sea ver turistas junto a edificios en ruinas o playas de aguas cristalinas separadas por una simple valla.
"Es como estar en una película de ciencia ficción pero real", afirmó Clavero.
Varosha forma parte de la zona de amortiguación controlada por la ONU que separa la República de Chipre (reconocida internacionalmente y controlada por los grecochipriotas en el sur) de la autoproclamada y no reconocida República Turca del Norte de Chipre (RTNC) en el norte. Los grecochipriotas consideran Varosha un símbolo de pérdida, y su estatus ha sido un tema central en las negociaciones de paz sobre Chipre.
En 2020, el controvertido presidente turco Recep Tyyip Erdoğan y el primer ministro turcochipriota Ersin Tatar reabrieron parcialmente la zona.
Pero muchos lo consideraron una maniobra política. Tanto la ONU como la Unión Europea condenaron la medida, y miles de grecochipriotas siguen reclamando sus propiedades en la zona ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Así pues, la situación política sigue tan estancada como hace 50 años. Chipre sigue dividido y Varosha permanece semiabierta.
Daily Express