Adiós Roberta Flack, la elegante voz de los 70

Música El cantante falleció a los 88 años. «Killing Me Softly with His Song» su mayor éxito, ganó 4 Grammys. Su época dorada en los discos grabados para Atlantic del 69 al 75, el primer hit en el debut de Clint Eastwood
Cuando dices que una canción es "eterna". Entre las diversas resurrecciones de Killing Me Softly con His Song , una balada de semitonos oscuros y a la vez fuertemente sensual, escrita por Charles Fox con letra de Norma Gimbel y la colaboración de Lori Lieberman que la grabó por primera vez en 1972, la quizás más conocida por las nuevas generaciones llegó exactamente 24 años después. La canta la voz negra y con cuerpo de Lauryn Hill de su etapa con los Fugees, acompañada de un ritmo hip hop que explotó en las listas de éxitos de todo el mundo en 1996. Pero la verdadera, la gran versión de aquella canción –en cierto modo podríamos definirla como definitiva y entrada en el imaginario colectivo– es la de Roberta Flack, la artista estadounidense fallecida ayer a los 88 años. Nacida en Asheville, Carolina del Norte, fue una cantante atípica en el mundo de la música negra.
SURGIÓ de estudios clásicos, su pasión era el jazz y su inspiración venía de escuchar a Shirley Horn, Nina Simone, intérpretes –y no casualmente también pianistas como ella– con un estilo muy sobrio. Roberta Flack inventa un nuevo lenguaje del alma, hecho de emoción más que de poder. Y si el evangelio influye inevitablemente en su estilo, lo hace de forma menos expuesta, exaltando su sacralidad. Flack es un intérprete que sabe dar expresividad a los textos, estudia sus significados y se compara con los autores. Las mejores canciones, las grabadas durante su periodo dorado en los álbumes que hizo para Atlantic entre 1969 y 1975, casi parecen –en miniatura– guiones de películas. No es coincidencia que su primer gran éxito, La primera vez que vi tu cara, fuera elegido por Clint Eastwood e incluido en la banda sonora de su debut como director de 1971, Regreso al futuro. Una pieza que le valió su primer Grammy como canción del año, repetido apenas un año después por el éxito explosivo de Killing me softly con su canción . Un récord que sólo treinta años después fue igualado por U2, que logró una hazaña similar en 2000 y 2001.
Un ascenso al estrellato en el que contó con el importante apoyo del polifacético artista estadounidense Donny Hathaway. En su segundo –y quizás mejor– álbum con Atlantic, Chapter Two (1971), arregló y produjo Reverend Lee (más tarde también versionada por Aretha Franklin), escrita por Eugene McDaniels, donde Roberta canta sobre tentaciones «carnales y demoníacas» con un arreglo de instrumentos de viento «retenidos» por un ritmo funky. Aún más cautivadora es Gone Away , una balada compuesta por Hathaway junto a Curtis Mayfield, y donde Flack exalta cada palabra en un blues de filigrana de rara precisión. Un disco fundamental -aunque no el más logrado- de Roberta al que Eumir Deodato aporta el resto de canciones. Letras de amor y más: en Business Goes On As Usual, escrita para un hermano que murió en Vietnam, Roberta abofetea al oyente en la cara con un "aplomo" distante que realza su poder lírico, la protesta contra ese sangriento conflicto. De aquellos primeros años setenta –estilizados, perfectos– Roberta Flack fue quizá la intérprete de mayor prestigio y sensibilidad, como también escribió el crítico norteamericano Peter Shapiro: «Sofisticada, con un toque jazzístico, sus bellas y sensuales baladas agradaron al público de Burt Bacharach/5th Dimension, mientras que sus teclados chispeantes y su dicción impecable la convirtieron en el testimonio de la multitud soul del penthouse neoyorquino».
LA COMBINACIÓN con Hathaway es fundamental para crear este universo. En 1972, también grabó con él un álbum de duetos que lleva su nombre, que incluye también una versión de You've got a friend , de Carole King, y el éxito Where is the Love . Por su cuenta, con Feel Like Making Love y luego nuevamente con Hathaway en 1978 para The Closer I Get to You, volvería a entrar en las listas de éxitos del pop. Pero la colaboración terminó en 1979 cuando Hathaway se quitó la vida, una tragedia que destruyó emocionalmente a la cantante que más tarde buscaría otra pareja. Lo encontró en el joven Peabo Bryson y con él grabó un par de álbumes y un éxito, Tonight, I celebration my love , en 1983. Un álbum de buena calidad y éxito comercial, pero la magia de la colaboración con Hathaway se perdió irremediablemente. En los años 80 y 90 Roberta Flack se concentró principalmente en conciertos en vivo y su actividad discográfica se volvió más esporádica. Su regreso en 1994 fue grandioso con un álbum que lleva su nombre, por el que también fue nominada al Grammy (ha recibido 13 nominaciones en su carrera). Colección que la ve concentrada en un repertorio de standards donde hace malabarismos con extrema clase entre el jazz, el soul, el r'n'b e incluso algún toque de rap. Destaca en Let's stay together de Al Green y en las notas negras de The Thrill is gone del repertorio de BB King.
Artículos del Archivo para aprender más sobre este tema
ilmanifesto