Alemania e Irán en conflicto: la hipocresía del “diálogo constructivo”
En medio de la escalada militar entre Irán e Israel, Berlín vuelve a instar al "diálogo constructivo", pero lo hace, una vez más, de la peor manera posible. El sábado, el ministro de Asuntos Exteriores alemán, Johann Wadephul, afirmó que Alemania, Francia y el Reino Unido están dispuestos a reanudar de inmediato las negociaciones con Teherán sobre su programa nuclear , instando a Irán a aprovechar esta oportunidad.
“Estamos ofreciendo a Irán negociaciones inmediatas sobre su programa nuclear, y espero que la oferta sea aceptada”, dijo, subrayando que “Irán ha perdido demasiadas oportunidades de un diálogo constructivo”.
Pero el timing, como suele ocurrir en la diplomacia, lo es todo. Y en este caso es completamente erróneo.
La hipocresía del “diálogo omitido”El supuesto "diálogo constructivo" del que habla Wadephul estaba programado para hoy en Omán , donde se suponía que se celebraría la sexta ronda de conversaciones sobre la cuestión nuclear iraní. Pero fue el ataque preventivo de Israel contra Teherán lo que lo desbarató , un ataque que incendió la región y descarriló cualquier posible iniciativa diplomática. Ignorar este hecho y culpar a Irán de su falta de voluntad para negociar es, en el mejor de los casos, una deshonestidad intelectual.
Alguien debería recordarle al ministro alemán que hablar de paz inmediatamente después de un bombardeo no es diplomacia, es propaganda disfrazada de buenas intenciones.
La respuesta de Irán: una lección de historiaLa respuesta de Teherán no se hizo esperar. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní , Ismail Baqaei, respondió con dureza a Wadephul con un tuit mordaz e histórico:
Recordatorio histórico: Alemania inició dos guerras mundiales. Irán acogió a judíos que huían de Hitler. Pregúntenles a los refugiados polacos y franceses que obtuvieron pasaportes iraníes. Quienes siempre están en el lado equivocado de la historia deberían callarse ahora.
Un mensaje contundente que pone en tela de juicio la legitimidad moral de Europa Occidental al actuar como árbitro en los conflictos de Oriente Medio. Si bien Alemania se erige en defensora del diálogo, sigue apoyando, directa o indirectamente, las acciones unilaterales de Israel e ignora la cadena de provocaciones que condujo a la crisis actual.
La retórica vacía ya no es suficienteEl problema no es solo lo que dijo Wadephul, sino lo que no dijo: ninguna condena del ataque israelí, ningún llamado a la moderación por parte de Tel Aviv, ningún reconocimiento de responsabilidades compartidas . Se le pide a Irán que no represente un peligro para la región, pero no se les pide lo mismo a quienes han violado todas las normas del derecho internacional con un ataque a gran escala.
En última instancia, el lenguaje diplomático no puede seguir utilizándose para encubrir los hechos , y Europa, si quiere desempeñar un papel creíble, tarde o temprano tendrá que salir de su ambigüedad crónica. Hasta entonces, toda "oferta de diálogo" será solo un eco vacío en el estruendo de las bombas.
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