Décimo y último llamamiento a Giorgia Meloni: Rosa Iacono: «Detengan las demoliciones o habrá una huelga de hambre»

Tras nueve llamamientos a la primera ministra Giorgia Meloni, que fueron desestimados, Rosa Iacono intenta con el décimo, que también será el último. Si no se detienen las demoliciones de los abusos de necesidad, la presidenta de Adi y la Cruz Rosa Isola d'Ischia irá a Roma y, junto con otros participantes, iniciará una huelga de hambre.

Este último llamamiento, además del Primer Ministro, se dirige al Presidente de la República, al Presidente de la Región Campania, al Prefecto de Nápoles, al Procurador General de Nápoles, a los alcaldes de los municipios insulares, a los jefes de las fuerzas de policía y al Obispo.

Sin ocultar su amargura por la falta de respuesta, Rosa Iacono comienza: «Querida Giorgia, en referencia al tema en cuestión, debo pensar sinceramente que, siendo una ciudadana común, quizás me atreví demasiado a escribirte con tanta confianza, o debo pensar que no estabas informada de las nueve comunicaciones anteriores que te envié. Pero, precisamente por ser una ciudadana común, creo tener derecho a recibir una respuesta tuya o, al menos, una comunicación de tu personal, con quienes sin duda cuentas rodeada y apoyada.»

Siguen derribándose casas construidas ilegalmente por necesidad y realmente no entiendo qué esperáis para bloquear estas medidas indignas y abrir una nueva página que dé un poco de respiro a muchas familias que realmente sufren por miedo a que, tarde o temprano, les llegue su turno y les echen furtivamente a la calle.

¿De verdad quieres que vayamos a Roma a hacer una huelga de hambre? Como ya te dije, soy una mujer que ha sufrido cuatro infartos, soy diabética y, al venir a Roma, pondría en riesgo mi vida y la de otras personas que, como yo, tienen muchos problemas de salud, especialmente en esta época de mucho calor.

No quiero repetirme, nuestra Constitución también lo dice: La vivienda es un derecho de todos y no es correcto que se derriben pequeños edificios habitados, entre otros, por ancianos, discapacitados, niños y, algunos de ellos, incluso enfermos de cáncer.

Esta es la décima intervención que envío y es la última, si no recibo ninguna respuesta, iremos a Roma, contra nuestra voluntad, a pesar de los problemas que he mencionado anteriormente.

Como ya lo he reiterado varias veces, muchos errores se han cometido por parte de las instituciones locales como Regiones, Municipios y Superintendencias, ahora es necesario que el Gobierno a través de los Ministerios involucrados emita Decretos Ministeriales que obliguen a las instituciones locales a proceder con los Planes Reguladores y la construcción de Vivienda Social para que se asegure la vivienda a quienes la necesitan y luego, si es necesario, proceder a las demoliciones que se consideren necesarias.

Con todas estas “primaveras” que estamos atravesando, terremotos, inundaciones, deslizamientos de tierra y el peligro de una inminente guerra mundial con decenas de miles de muertos, ¿es posible insistir en la demolición de casas construidas por necesidad y por construcción ilegal?

Querida Giorgia, la confianza que tengo en usted y en el Señor Presidente de la República a quien siempre he dirigido cartas anteriores es siempre alta y considerable, por eso espero una respuesta suya que pueda tomar en consideración la posibilidad de que usted esté interesada en el problema y busque, de alguna manera, una resolución justa y equitativa.

Además, estas desafortunadas familias han pagado tanto dinero en honorarios legales a sus abogados que muchos han quedado reducidos a la penuria y ya no tienen fuerzas ni siquiera para seguir adelante.

Os saludo cordialmente, esperando que el Señor os ilumine en vuestras decisiones y os proteja siempre.