Madre contra hijo en el Hotel Rosetta. Michele Grosso absuelto de cargos penales.

Un juicio paradójico, impregnado de resentimientos familiares, viejas heridas y nuevas acusaciones, concluyó ayer, al menos por ahora, con un veredicto destinado a desatar la polémica. La historia se desarrolló en el Hotel Rosetta, un hotel histórico en el centro de Isquia, que se había convertido, involuntariamente, en el escenario de una disputa doméstica que enfrentó a una madre, un hijo, una hija y sus nietos en una grotesca intriga legal relacionada con presuntas declaraciones falsas, según declaró el abogado Giglio en la audiencia.
Michele Grosso está siendo juzgado, acusado, entre otras cosas, de dañar la puerta de entrada del hotel de su madre, Rosa Matrone, incendiando el coche y de agredir verbalmente a su hermana Filomena y a su sobrino, Andrea Taglialatela, con frases tan controvertidas como: «Ahora te voy a dar COVID... estás infectado... si no te mato, te mato ahora...». Una escena que parece sacada de un drama napolitano, pero que tuvo lugar en la vida real de Ischia.
En representación de la parte civil —Rosa Matrone, madre del acusado— estuvieron los abogados Francesco y Giuseppe Di Meglio. La defensa de Michele Grosso estuvo a cargo del abogado Mena Giglio, quien emocionó a la sala con un discurso acalorado, seguido de una réplica "con pimienta al estilo Starza" dirigida al abogado defensor de la parte civil, Giuseppe Di Meglio. El fallo, dictado por el juez Pietro Rocco del Tribunal de Ischia, se produjo al final de una audiencia sorprendentemente animada para un 18 de julio, casi un día laborable.
Veredicto: absolución penal, pero condena civil. Por el cargo A, daños y perjuicios, Michele Grosso fue absuelto debido a la naturaleza particularmente leve del delito, de conformidad con el artículo 131-bis del Código Penal, mientras que por el cargo B, lesiones agravadas a su hermana y sobrina, fue absuelto íntegramente por no haberse probado el delito. Sin embargo, la parte civil obtuvo una victoria en el caso de indemnización: Michele Grosso fue condenado a pagar una indemnización por daños y perjuicios a su madre, Rosa Matrone, y a pagar las costas judiciales, por un total de 1.796 €, más las tasas legales. La determinación de los daños y perjuicios quedará a cargo del juez civil.
Este fallo deja a todos con una sonrisa de oreja a oreja y una larga lista de quejas. Porque si bien el Sr. Grosso puede considerarse penalmente seguro, la batalla familiar y legal está lejos de terminar.
El siguiente nivel del caso ya está en marcha. La apelación ya está en el aire, tanto en lo penal como, especialmente, en lo civil. Porque tras las rejas derribadas del Hotel Rosetta se esconde mucho más que un delito: una familia destrozada y una herencia que sigue dividiéndose. El periodista, sin duda, no pasó por alto las declaraciones del abogado Giglio, quien durante su discurso destacó elementos significativos: una fortuna familiar superior a los dos millones de euros, administrada íntegramente por la hermana de Michele Grosso, y un "regalo" posgraduación de más de treinta mil euros. Estas circunstancias, si bien no son relevantes para los cargos, añaden peso al caso y contribuyen a un ambiente familiar poco pacífico.
Todo esto se ve agravado por las palabras del abogado Giglio: «La madre de Grosso nunca confirmó la denuncia contra su hijo, y la única vez que habló con un juez, dijo que quería verlo». Cabe aclarar que estos aspectos no entran en el fondo del proceso penal, pero arrojan luz sobre las relaciones internas de una familia que ahora está profundamente dividida.
Mientras tanto, el juez se ha dado noventa días para presentar sus razones, mientras en la isla ya corren rumores: ¿quién será el siguiente en hablar ante el tribunal?
Il Dispari