Orbán: «El orgullo es repugnante». Y prepara otra ofensiva contra las libertades civiles.

Tras la marcha arcoíris que reunió a 200.000 personas en Budapest, el primer ministro húngaro, Orbán, calificó el Orgullo de "repugnante y vergonzoso" y atacó a la Unión Europea: "Encargó a la oposición organizar la marcha para debilitar al gobierno". Periodistas y ONG de derechos humanos están en la mira: pronto una nueva ley atacará, siguiendo el modelo ruso, lo poco que queda de los espacios de democracia e información.
Rai News 24