«Sureste, sin daños para los carruajes dorados»: En octubre se presentó el recurso de quiebra contra Fiorillo

BARI - El ex empleado Nicola Alfonso no tiene ninguna responsabilidad en el caso de los llamados vagones dorados de Ferrovie Sud-Est, por el que la justicia penal ya lo absolvió a él y a otras cinco personas en 2022. Así lo estableció el juez laboral, que rechazó el recurso con el que la empresa del grupo FS había pedido a Alfonso, responsable del proceso, una indemnización por daños y perjuicios de casi 6 millones.
La sentencia (Jueza Maria Procoli) ha supuesto también la revocación del embargo preventivo efectuado en 2017 por el Tesoro (luego vuelto a proponer en vía civil tras las sesiones conjuntas del Tribunal Supremo de Casación) sobre los bienes del ex empleado conjuntamente con los del ex administrador único Luigi Fiorillo, quien -hay que decirlo- también ha sido totalmente absuelto del cargo de fraude a la Región pero sigue sujeto a la acción de responsabilidad. El caso se refiere a los 23 vagones Silberling comprados de segunda mano por los ferrocarriles alemanes por 37.500 euros cada uno y luego revendidos a FSE, tras su reacondicionamiento, por 22,5 millones de euros. Según la Fiscalía de Bari -y según la propia Fse- el precio no debería haber superado los 11 millones.
En el juicio penal el Tribunal consideró que no estaba probada la desproporción en el precio. La sentencia civil constató la falta de prueba del daño supuestamente causado por Alfonso (defendido por los abogados Fabrizio Lofoco y Nicola Quaranta). Y también aquí llegamos a un choque entre los informes periciales, el de la Fiscalía y el de la defensa, que indicaban costes muy diferentes para la "revamping" (reestructuración) de los vagones alemanes. La "diferencia significativa" entre ambos informes periciales, dice la sentencia, no estaba suficientemente justificada, también porque el valor de los vagones reacondicionados había sido evaluado como adecuado en la tasación encargada por el banco que concedió el leasing. «De lo anterior se sigue que también en el presente procedimiento indemnizatorio debe afirmarse la falta de prueba del daño, entendido como el sobrecoste sufrido por la sociedad recurrente como consecuencia de los supuestos métodos con que se llevó a cabo la adquisición de los vagones remozados».
Según el Tribunal, el hecho de que dichos vagones nunca se utilizaran era irrelevante. Esto se debe a que en su momento FSE había atribuido "la no utilización de los vagones a razones técnicas vinculadas no a la inadecuación del material rodante, sino a la circunstancia de no disponer de un número suficiente de locomotoras compatibles".
Mientras tanto, el recurso de quiebra de Ferrovie Sud-Est se ha fijado para el 16 de octubre. El veredicto de primera instancia ha dado lugar a siete absoluciones y cinco condenas, incluida la de Fiorillo a 10 años.
La Gazzetta del Mezzogiorno