Traición y algo más: Apulia está en pleno auge entre los investigadores privados.

El acoso es un negocio muy popular en Apulia. En el talón de Italia, desde Gargano hasta Salento, los detectives privados siempre están de moda, y la crisis económica, que ha afectado indiscriminadamente a todos los sectores durante años, no afecta a las empresas de detectives. Hay unas setenta empresas operando en toda Apulia, concentradas principalmente en las zonas de Bari y el norte de Bari, y en Salento.
Desde la investigación de fraudes financieros hasta el seguimiento del absentismo laboral, pasando por la más clásica investigación de la infidelidad conyugal: para el "007" privado, en definitiva, no falta trabajo.
Aldo Tarricone, fundador de Tarricone Investigazioni, confirma esta tendencia. Actualmente dirige la empresa junto a sus hijas Simona y Valentina, operando en toda Italia con dos oficinas en Bari y Milán. «El rol de un investigador privado hoy en día es muy diferente de lo que solemos imaginar. En nuestra agencia, por ejemplo, los agentes son muy diversos: hombres y mujeres de distintas edades, que realizan actividades de seguimiento y vigilancia, tanto en coche como a pie, según la situación. Obviamente, es fundamental estar por encima de toda sospecha y ser discreto para realizar este trabajo, independientemente del género y la edad. No quiero caer en un cliché, pero, según nuestra experiencia, las mujeres suelen ser más intuitivas».
¿Qué herramientas se utilizan hoy en día?
La tecnología sin duda nos beneficia en comparación con el pasado, permitiéndonos equiparnos con equipos innovadores, cada vez más eficaces y discretos, como cámaras que se manejan fácilmente con una mano o microcámaras que nuestros agentes pueden llevar ocultas en botones, relojes, gafas, llaves, etc.
Supongo que has cubierto muchas historias a lo largo de los años. ¿Podrías contarnos alguna de las más recientes?
Puedo darles un ejemplo de un caso en el que una de nuestras clientas de Apulia sospechó que su esposo había financiado la apertura del salón de belleza de su amante. El día de la inauguración, nuestros agentes se acercaron como simples espectadores, mimetizándose con la multitud. Gracias a cámaras ocultas en gafas, relojes, etc., fue posible detectar que el hombre no solo estaba presente (aunque tuvo cuidado de no aparecer en las publicaciones en redes sociales compartidas por los amigos y familiares de la mujer), sino que también hablaba con los presentes en el salón, como si fuera prácticamente un acompañante. Los teléfonos inteligentes también se están convirtiendo en una herramienta cada vez más útil, tanto para la comunicación en tiempo real entre agentes que rastrean los movimientos de la víctima, como para tomar fotos y videos, siempre en lugares públicos, dado que ahora todos los usan y, por lo tanto, no son un dispositivo inusual que pueda llamar la atención.
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