Investigación: Los óvulos son inteligentes: ahorran energía mientras esperan ser fertilizados.

Para los científicos que las han estudiado en detalle, se encuentran entre las células más pacientes del cuerpo humano. Pueden pasar décadas antes de que llegue su momento, y mientras esperan, los perseverantes óvulos ralentizan sus sistemas internos al mínimo, entrando en una especie de "hibernación antidesgaste" que les permite permanecer latentes a la espera de la fecundación.
Este "regalo" sin precedentes se describe en un estudio publicado recientemente en The Embo Journal, que muestra cómo estas células ralentizan deliberadamente ciertos procesos. Lo más probable, según los autores, es que se trate de un diseño evolutivo que mantiene el metabolismo bajo y previene daños. "Al analizar más de cien óvulos recién donados —el mayor conjunto de datos de su tipo—, descubrimos una estrategia sorprendentemente minimalista que ayuda a las células a mantenerse intactas durante muchos años", explica Elvan Böke, autor correspondiente del estudio y jefe de grupo en el Centro de Regulación Genómica de Barcelona. Las mujeres nacen con entre uno y dos millones de óvulos inmaduros, una reserva que se reduce a unos pocos cientos durante la menopausia. Cada óvulo debe soportar el desgaste durante décadas antes de poder sostener un embarazo. El nuevo estudio sugiere cómo se gestiona este proceso y los descubrimientos podrían aplicarse para mejorar las técnicas de fertilización in vitro.
El reciclaje de proteínas es una actividad esencial para el mantenimiento celular, y los lisosomas y proteasomas son las principales unidades de eliminación de desechos. Sin embargo, cada vez que estos componentes celulares degradan las proteínas, consumen energía. Esto, a su vez, puede generar especies reactivas de oxígeno (ERO), moléculas que pueden dañar el ADN y las membranas. El equipo no midió directamente las ERO, pero plantea la hipótesis de que, al frenar el reciclaje, el óvulo mantiene al mínimo la producción de estas moléculas dañinas, mientras continúa realizando las tareas de mantenimiento necesarias para la supervivencia. Esta idea coincide con el trabajo previo del grupo, publicado en 2022, y en conjunto, ambos estudios sugieren que los ovocitos humanos se autorregulan de diferentes maneras para minimizar el daño potencial y sobrevivir el mayor tiempo posible.
El descubrimiento fue posible gracias a la recolección de más de 100 óvulos de 21 donantes sanas de entre 19 y 34 años en la clínica de fertilidad Dexeus Mujer de Barcelona, incluyendo 70 óvulos listos para la fecundación y 30 ovocitos inmaduros. Mediante sondas fluorescentes, los expertos monitorizaron la actividad de los lisosomas, proteasomas y mitocondrias en las células vivas. Las tres lecturas fueron aproximadamente un 50 % inferiores a las de las células de soporte que rodeaban los óvulos y disminuyeron aún más a medida que las células maduraban. Las imágenes en vivo mostraron que, durante las últimas horas previas a la ovulación, los óvulos "revivieron" y, literalmente, liberaron lisosomas al líquido circundante. Al mismo tiempo, las mitocondrias y los proteasomas migraron hacia el borde exterior de la célula. "Es una especie de 'limpieza de primavera' que desconocíamos que fueran capaces de realizar", afirma el primer autor, Gabriele Zaffagnini. Esta investigación es el estudio más amplio sobre óvulos humanos sanos recolectados directamente de mujeres. Hasta la fecha, la mayoría de las investigaciones de laboratorio se han basado en óvulos madurados artificialmente in vitro, pero estos óvulos madurados in vitro a menudo se comportan de manera anormal y están asociados con peores resultados en la fertilización in vitro.
El estudio podría dar lugar a nuevas estrategias para mejorar las tasas de éxito de los millones de ciclos de FIV que se intentan cada año en todo el mundo. «A las pacientes infértiles se les aconseja regularmente tomar suplementos aleatorios para mejorar el metabolismo de los óvulos, pero la evidencia de cualquier beneficio para el embarazo es fragmentaria», afirma Böke. «Al analizar óvulos recién donados, encontramos evidencia que sugiere que el enfoque opuesto —mantener el metabolismo naturalmente silencioso del óvulo— podría ser una mejor idea para preservar su calidad», añade. El equipo ahora planea examinar óvulos de donantes mayores y de ciclos de FIV fallidos para determinar si la actividad de las unidades de eliminación de desechos celulares se ve ralentizada por la edad o una enfermedad.
İl Denaro