El problema de la app para reseñar hombres y enamorarse de forma segura

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Lo han intentado varias veces, y esta vez lo lograron. Problemas de privacidad, posible difamación y otras cuestiones legalmente insostenibles los obligaron a desistir de crear la base de datos del bastardo: nombres, apellidos y las atrocidades de ciertos individuos que es mejor evitar. Ahora hay una nueva aplicación para reseñar hombres. Se llama "Tea Dating Advice" . Recopila una lista de indignidades, un historial como el de la documentación del vehículo, el historial de mantenimiento de la persona y, por menos de tres estrellas, no vale la pena salir con ella. La regla siempre es la misma: ¿se lo hacen a la mujer anterior? Te lo harán a ti. Huye. Tea es una aplicación que solo permite a las mujeres dejar reseñas sobre los hombres con los que han salido . Una especie de TripAdvisor sentimental, que actualmente disfruta de un gran número de descargas.

¿Cómo llegamos aquí? Es fácil, siempre lo logramos. Cada generación tiene la misma aspiración: "¡Ahora encontraré la manera de evitar que me estafen!". Y así nos ponemos creativos. Si en este siglo tenemos a los corredores de datos del corazón, ¿por qué no hacer que trabajen para el beneficio de todos? Me gusta la intención; es verdaderamente noble e inteligente. Protegernos de él, el bastardo irredimible, el delincuente recurrente e insensible, ahora etiquetado genéricamente como narcisista, quizás debido al exceso de diagnósticos en Instagram. Acogemos con entusiasmo cualquier intento de vigilancia compartida entre chicas. Hasta ahora, todo bien, y qué hermosa es la teoría, cuando no se pone a prueba en la práctica. Veo esta piadosa ilusión de amor controlado y verificado, y me gustaría creer en ella también. Enamorarse con seguridad... quién sabe en qué país de las maravillas ocurre eso. Donde el “tal vez” no existe, donde los síes y los noes se dicen como si fueran lo mismo, donde cada “parece buena persona” se hace realidad.

Usuarios entusiastas afirman que Tea los ha salvado de individuos violentos, hombres casados y semidelincuentes. Y en este sentido, la aplicación es una buena hija de su tiempo. Pero esto no es una comprobación de seguridad (lo descubres tú mismo); hay otra exigencia, más difícil de gestionar: la de interpretar con precisión a los demás. Personas bajo rayos X. Y quizás sea un poco absurdo querer saber con quién estás tratando. ¿Quién entiende a la gente, al fin y al cabo? Ni siquiera nos entendemos a nosotros mismos. Sí, estaría bien filtrar lo indeseable. Un dispositivo de vigilancia sentimental de servicio público para protegernos de la posibilidad de que el otro —el desconocido que nos gusta— se revele, demasiado tarde, para ser mezquino y ambiguo. La exigencia de construir este plan social con salidas de emergencia es, no sé, más fascinante o desesperada. Las reseñas de Tea son cosa del pasado, y el amor siempre es un acontecimiento presente y frágil, en gran medida infundado en predicciones. E incluso existe la posibilidad más celestial: que alguien cambie. Hasta las piedras del mar cambian, y la gente también cambiará, ¿verdad? Nadie es igual con todos. Las relaciones son fruto de una combinación irremplazable.

Qué cansados estamos. No entendemos nada, Pavese tenía razón, andamos descalzos en la grieta cuando nos enamoramos: "¿Pero dónde acabaremos, E.? ¿Hay algo más absurdo que el amor? Si lo disfrutamos hasta el final, enseguida nos cansamos, nos repugna; si lo atesoramos para recordarlo sin remordimientos, un día lamentaremos nuestra insensatez y cobardía por no habernos atrevido. El amor solo pide convertirse en hábito, en una vida compartida, en una sola carne, y, en cuanto lo es, muere. Pensar en él enloquece. Es inútil, el amor es vida y la vida no quiere razonamiento. ¿Pero podemos dejarnos hundir tan desesperadamente?" (C. Pavese, La vida a través de las letras). Nada nos salva de la acumulación de frustraciones. La vida, la vida. Siempre le falta algo para ser perfecta. Las cosas mejoran un poco si empiezas a pensar que rara vez es capaz de dar el golpe que te mata.

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